Pruebas definitivas de la inexistencia de Dios

El discurso que el Papa de Roma hace en la noche del 24 de diciembre tiene una significación especial, ya que está hablando el representante del Dios cristiano en la Tierra y lo está haciendo, por así decirlo, en el momento de celebrar el cumple de su representado. Es muy propio, pues, que para su discurso de la Misa del Gallo, Ratzinger haya elegido este año el tema de los niños.

Apropiadamente, trazó el dirigente católico un simil entre el Niño Jesús y todos los niños del planeta y con mucho acierto (claro, es infalible, así cualquiera) retrató el sufrimiento del primero y su modestia al aceptar íntegra la pobreza y las dificultades inherentes a su nacimiento como humano en un establo. En consecuencia, llamó la atención sobre el paralelismo con los cientos de miles de niños que son víctimas de malos tratos, de explotación laboral y comercial, de abandono y de necesidad.

Muy bien todo, diría yo.

Lo malo es que, a medida que iba desgranando el rosario de lacras que sobre los niños pesan hoy en día y desde hace siglos, iba creando un agujero negro, un vacío ominoso casi tangible en el centro de su propio discurso. Esos "fieles romanos y peregrinos de los cinco contienentes" a los que se refiere la nota de prensa debieron tocar los bordes grasientos de ese agujero y tuvieron seguramente que ver en sus profundidades algunos destellos espeluznantes, un poltergeist de quejas y voces lastimeras, una psicofonía de niños pidiendo por favor que les dejaran en paz. Pidiéndoselo a un sacerdote católico a quien su obispo y, por encima de él, su Papa, cobijaron más tarde bajo el manto vergonzoso del encubrimiento.

¿Cómo se puede tener tamaña desfachatez y no ser fulminado por su propio Dios?

Si alguien necesitaba más pruebas de la inexistencia de éste, aquí tiene la definitiva.

Comentarios

harris ha dicho que…
Lo siento por mi ignorancia pero no he entendido el post..estoy interesado que quiere decir. un saludo
harris ha dicho que…
tambien me gustaria contactar con usted via e-mail si es posible. Me gusta la gente que piensa de forma diferente de mi..haber si soy capaz de aprender algo. no hace falta que publique este comentario. gracias y un saludo
Unknown ha dicho que…
De todas formas, aunque existiera Dios tampoco creería en él.
Antonio Flórez ha dicho que…
Don Harris: no suelo mantener correspondencia privada acerca de los post, entiendo que precisamente la opción de comentarlos en el propio blog es lo que da riqueza a este invento. En cuanto a esta entrada, lo que quiero decir (ya que parece ser necesario explicarlo) es que alguien que ha encubierto y ha protegido a miles de sacerdotes católicos por todo el mundo de las consecuencias de sus actos deleznables en materia de abusos sexuales sobre niños, no debería estar haciendo homilías acerca del sufrimiento... de los niños. No tiene autoridad moral para ello.

Dado que quien lo hace es la máxima autoridad de una religión que propone la fe en un único Dios todopoderoso, entiendo que quien incumple tan notablemente las leyes de ese Dios y, con resultado de escarnio, lanza hoomilías como la que enlazo en la entrada, debería ser fulminado por ese Dios. Si no lo hace es porque no existe.

¿Un poco cogido por los pelos? Pues vaya usted a cualquier manual de doctrina católica y ya verá lo que son razonamientos cogidos por los pelos, ya...

Un saludo.
Antonio Flórez ha dicho que…
Don Manuel: esa es la respuesta de un agnóstico. Es también la mía, porque es lo que yo me considero, pero... ¡qué diantre!, tenía que hincarle el diente al tema por algún lado...

Un saludo.
MADISON ha dicho que…
Una vez mas le felicito por lo contundente de sus argumentos para demostrar la gran mentira sobre la que se asienta la Iglesia, pero también debo decirle (Vd. ya lo sabe) que muchos miraran para otro lado al escuchar el discurso del Papa, y otro muchos se lo creerán a pies juntillas y son estos los que me dan pena por su ceguera y su fanatismo, ¡Ay! si ellos supieran que el propio Benedicto XVI sabe, así como toda la curia, que todo es una gran mentira, que es un gran invento con el único objetivo del poder.
Antonio Flórez ha dicho que…
Sí, así es don Madison, pero nada es inmutable, el tiempo va haciendo mella en ese que se creía tan firme edificio. Firme como una roca, así querían los creadores del mito cristiano a su Iglesia, y por ello dijeron haberla edificado sobre Petrus, la Piedra. Pero la piedra también cede, la corroen distintas sustancias, e incluso la humilde agua la socava y la convierte en arena.

Tal como revelaba Público ayer, viernes, en su portada (http://kiosko.net/es/np/publico.html), siete de cada diez adultos españoles no asisten a ningún rito religioso en estos días, y (más significativo aún), sólo el 6% de los de este país es fiel a la tradición católica.

Así que son hoy muchos menos los que podrán creer a pies juntilllas lo que diga Ratzinger, porque son muchos menos los que van a algún sitio en que puedan oirlo. Acabarán enterándose dentro de unos días, pero el impacto del momento habrá pasado.

Eso que salimos ganando los demás.

Un saludo.
J. G Centeno ha dicho que…
¿Es usted agnóstico o ateo? La diferencia es, en ocasiones, sutil pero tiene su importancia a la hora de escoger el tipo de leña con el que le van a quemar a uno. A los ateos, que afirmamos que dios no solo no existe, sino que además es imposible que exista, nos ponen leña verde para tardar más.
Antonio Flórez ha dicho que…
Yo me considero agnóstico, don Javier. La "traducción" que creo mejor de ese término, a efectos de hacerse con el matiz que lo diferencia del de ateo, es que ni siquiera me planteo la existencia de Dios. O, dicho de otra manera, incluso en el caso de que existiese, a mí me daría igual, le trataría con la misma indiferencia que si creyese que no existe.

Lo considero el máximo desprecio hacia las cuestiones relacionadas con las divinidades. Es la soberbia de un ser humano, o sea, de alguien que cree ser el producto más refinado de la Naturaleza, para lo bueno y para lo malo.

Dicho de otra manera, creo que mi padre ha salido a mí, no al revés.

Un saludo.
harris ha dicho que…
Pues miren, yo soy catolico, practico, e intento ser coherente con lo que creo. También creo que tienen ustedes muchos prejuicios con respecto a la Iglesia. Me hace gracia que una institucion que por naturaleza es socialista (porque si señores Jesucristo fue mas revolucionario que el Che y sino lean el Nuevo Testamento) que ayuda a millones de personas todos los dias ( Caritas atiende estos dias a 900.000 personas) reciba por parte de personas como ustedes, que son tolerantes no me cabe la menor duda, tales criticas. No entiendo ese odio por la Iglesia. Conozco a muchos sacerdotes y religiosos. Y sin la menor excepcion son todos personas solidarias que constantemente se preocupan por el prójimo. Les invito que se acerquen un día a una organizacion vinculada a la Iglesia y veran con que desinteres hacen su tarea. Es cierto que existen curas hoy en día, y a lo largo de la historia, que han cometido actos atroces. Pero nadie ha dicho que sean superhombres. El Papa no es responsable de lo que haga un cura en Venezuela y tampoco exime de culpa a lo curas que hayan cometido tales actos. Un saludo
karlos ha dicho que…
Soy ateo, pero si fuese de alguna religión seria seguidor de Anton Lavey fundador de la iglesia de satan (por favor no penseis nada raro, esto no va de orgias, ni sacrificios, ni nada por el estilo).Su filosofia es muy similar a la de Friedrich Nietzsche

http://es.wikipedia.org/wiki/Anton_LaVey