Un cuerpo opaco

No es que no lo intuyéramos. Vamos, en realidad creo que lo sabíamos, que teníamos la certeza, aun sin pruebas, de que la Guardia Civil había estado buscando las vueltas y tergiversando las cosas para perseguir a entidades que realizan abortos en España. Ahora lo que pasa es que, si El País no miente, hay ya algunas pruebas de ello, y no simples sospechas e indicios.

Y habrá quien me diga que es que yo, en realidad, conservo demasiados resabios de mi época de rojo irredento y, a consecuencia de ello, sigo manteniendo una inquina y una desconfianza injustificadas contra un cuerpo ya totalmente democrático como es la Guardia Civil. Bono, el flamante nuevo Presidente del Congreso, sería uno de ellos, aunque habría algunos más. Pero la inquina y la desconfianza no son injustificadas. Que la Guardia Civil preste a la sociedad servicios valiosos en muchas ocasiones no es óbice para abandonar esa desconfianza, puesto que la limpieza y brillo de unas actuaciones no puede avalar la mezquindad e incluso la ilegalidad de otras.

La Guardia Civil es un cuerpo oscuro, opaco, y todos los gobiernos han seguido procurando que así sea. La razón, obviamente, es que a todos les viene bien en algún momento que haya un cuerpo dentro del cual se puede encontrar fácilmente elementos que podrían parecer aislados y que han mamado y desarrollado una ideología extremadamente reaccionaria. Porque luego, cuando hace falta, no hay más que animar o simplemente permitir que esos elementos actúen. Después se les condena, si no hay más remedio, y uno queda a salvo con aquello de que un grano no hace granero.

Esa opacidad se alimenta de cosas como el carácter militar del cuerpo y el régimen disciplinario que ello conlleva. Es por eso que hace ya un año aproximadamente, cuando los sindicatos guardiacivilescos lograron sacar a la calle a cientos de miembros del instituto para reclamar unas reivindicaciones que no eran sólo ni principalmente salariales, me mostré de acuerdo y las apoyé. Como creo que deberían haberlas apoyado todas las personas realmente progresistas, ya que nada hay que ayude más a romper la oscuridad que una buena dosis de normalidad laboral y social: que no le puedan imponer tal o cual actuación so pena de ir al calabozo, y que pueda usted vivir en una casa normal, con servicios normales y gracias a un sueldo normal, relacionándose normalmente con la gente normal.

Comentarios

Imperialista ha dicho que…
Muy de acuerdo con usted. Cantemos juntos:

¡¡Viva España, viva el Rey!!
¡¡Viva el orden y la Ley!!
¡¡Viva laaaaaa la Guardia Civil!!

Por cierto que viendo la foto de la señora que ilustra la noticia de El País me parece que practicaban los abortos asustando a los fetos. Válgame Dios, qué tía más fea.
Antonio Rodriguez ha dicho que…
Estamos tan acostumbrados a las malas aciones de la Guardia Civil, que no meextraöaria que en esge caso tambien hubieran metido la pata.
Salud, Republica z Socialismo
AF ha dicho que…
Don Impe, tengo otra muy buena:

Quien al grito de ¡Viva España!
con un ¡viva! no responde
si es hombre no es español
y si es español, no es hombre.

¿A que mola?
Anónimo ha dicho que…
Don AF:

Será, será, que aún no hemos aprendido desde el rojerío que para hacer una tortilla tienen que romperse los huevos.

Un desastre lo nuestro, oiga.
Freia ha dicho que…
Pues no, no hay necesidad de romper ningún huevo y menos, inventando, tergiversando, manipulando.
Por muchas series UCO que hagan en TVE, no debemos de perder de vista que, todavía, se descuelgan con actuaciones como la de marras.
De acuerdo que no se puede juzgar a todos por ello, pero sí seguir ojo avizor, por si las moscas se deciden a salir de comando.