Otra jodienda

Casi 400 personas hacían cola esta mañana ante las puertas del Polideportivo Municipal de Orcasitas con vistas a apuntar a sus hijos a los cursillo de natación en la piscina cubierta inaugurada dentro del polideportivo hará un par de meses. La instalación, ubicada en la esquina de las calles Avena y Ricardo Beltrán y Rozpide, en Madrid, estuvo cerrada durante prácticamente un año, a pesar de haberse terminado su construcción. Nadie sabe los motivos de esta larga espera, aunque podría ser que tuvieran alguna relación con la proximidad de las elecciones, en cuyo caso ya tendría delito tener a la gente sin instalaciones sólo para poder hacerse una foto electoral.

Es la cuestión que durante un par de meses, la piscina (que es sólo uno de los servicios polideportivos que la instalación ofrece) ha estado abierta al público pero sólo para la práctica de la natación por libre, sin cursillos de enseñanza para niños y adultos. Y hoy, en pleno puente en Madrid, deciden que sea el día de apertura del plazo para matricularse en cursos de natación para los pequeños.

Así pasa: una cola formada por esas casi 400 personas, de las que aproximadamente una cuarta parte ha hecho noche a la puerta (una noche muy fría y lluviosa) para estar mejor situados cuando abrieran las puertas. Para colmo, sólo un administrativo atendía una por una las solicitudes de plaza, y una normativa impedía que una persona pudiera llevar las solicitudes de otras. Esto equivale, en la práctica, a impedir que pueda matricularse a niños cuyos padres trabajen, ya que, dados los horarios de apertura del centro y la clamorosa insuficiencia de medios, las personas de la mitad o del final de la cola no podían aspirar a llegar ante el solitario administrativo antes de las 12 del medio día. Igual con algún kilómetro menos de túnel en la M30 se podrían haber creado algunos puestos de trabajo más para atender a la gente. Todo el año, no sólo durante unos días.

Va a acabar pareciendo que lo que se quiere es poner muchas trabas para que resulte poco menos que imposible apuntar a los chavales a los cursillos y que así tengan que irse a piscinas privadas. Espe (o Gallardón) jode lo que somos.

ACTUALIZACIÓN

A las 19,30 horas de hoy, tras todo un larguísimo dia de lluvia y viento esperando en la mencionada cola, alrededor de una cincuentena de personas se han visto amargamente sorprendidas por la noticia de que se habían acabado las plazas para los grupos de edad más solicitados (hasta los cinco años) en cursillos de natación. En las catorce horas que muchas de esas personas habían aguantado a pie firme, ni una sola gestión que aliviara la absurda situación (creación de una lista de espera, dar números...). Hasta los reporteros de Telemadrid han visto la noticia y la han sacado en su programa estrella de informativos locales.

Vivo en Madrid, pero trabajo en Rivas Vaciamadrid, y me resulta imposible no comparar las posibilidades en uno y otro sitio. Y también me resulta imposible no aceptar hasta qué punto esa diferencia viene marcada por el interés que un gobierno municipal y otro se toman en estas cosas. En Rivas van casi por delante de las necesidades; en Madrid, no sólo van por detrás, sino que les importa un carajo...