Ayúdenme, por favor

Señoras y señores un poco de izquierda, muy de izquierda, bastante de izquierda, que se sientan de izquierda el domingo aunque no lo sean tanto el lunes, turistas de la izquierda, inquilinos de la izquierda. Izquierdas e izquierdos todos: si son tan amables, les ruego hagan lo posible el próximo domingo por ayudarme a expulsar de sus respectivos cargos a Esperanza Aguirre y a Alberto Ruiz Gallardón. No me gustan. No les quiero. Son malos.

A ustedes qué más les da, total es ir un ratito el domingo, buscar el papelito correspondiente y echarlo en la caja, que ni siquiera lo tienen que echar ustedes, que se lo echa el o la presidente de la mesa. Deben llevarse el carnet de identidad o documento de identificación oficial admitido, no es suficiente con que juren solemnemente ser quienes son.

Y, ya puestos, háganme un favor: si por casualidad viesen a una monjita acompañando a un ancianito hasta la mesa donde se alinean los montones de papeletas de todas las candidaturas, no dejen de ayudar diligentemente a esa buena hermana a realizar su buena acción del día: acompáñenla junto al ancianito y observen que no haga ademán alguno de darle un sobre con una papeleta ya metida dentro, sin que el abuelito pueda ver qué papeleta es. Eliminarán así alguna posible mala tentación que el demonio le envíe para hacer que meta una papeleta de Falange o del mismo PP en el sobre, independientemente de lo que el abuelo quiera votar.

Y no se fíen tampoco de las personas con aspecto de asistente social (¿tienen algún aspecto concreto los asistentes sociales? pues el que sea). Que tambien son muy generosos e igual les da por ayudar de similar manera al ancianito (o ancianita, que la generosidad y la bondad no conocen diferencias de género).

Por mi parte, y tras las brillantes declaraciones de Rajoy y Aznar, he decidido finalmente votar también en las municipales y hacerlo a favor del PSOE. Será la primera vez que lo haga en mi vida y espero no arrepentirme en ningún sentido.