Censura y bloqueo en la Red

Buena mesa la que esta mañana, a las 12:00, ha habido en la Escuela de Periodismo de El País. El curso en cuestión dentro del cual se organizó la mesa era el de Periodismo Solidario, con 70 personas inscritas y una asistencia de entre 20 y 50 personas en cada una de las sesiones. Lucila Rodríguez-Alarcón, del blog 3500 Millones (al que ya he enlazado recientemente alguna vez, de indudable interés a todos los efectos); Manel Márquez, de Kaos en la Red (para quien no lo sepa, una web que llega a tener 20.000 lecturas en un día) y un servidor, de este mismo blog de aquí, hemos puesto algunos puntos y algunas comas acerca de un tema que da mucho de sí: censura y bloqueo en la Red.

Me interesa mucho destacar cosas que han dicho Lucila y Manel. De la primera, me quedo con esa optimista actitud hacia la capacidad de la gente para inventar, para buscar en cada momento el medio, el conducto, la aplicación concreta que les puede valer para comunicarse con el mundo, allá donde no están permitidos todos los medios, todos los conductos y todas las aplicaciones. Del segundo, me quedo sin duda con el espíritu combativo de quien tiene claro que a partir de 2012 puede verse abocado a trasladar sus bártulos interneteros a... Islandia, por ejemplo. Y está dispuesto a hacerlo como sus colegas de Kaosenlared.

De agradecer la oportunidad de exponer puntos de vista en esa mesa redonda. Un agradecimiento dirigido en general a la Universidad de El País (muy grato conocer personalmente a un Miguel Bayón a quien admira uno profesionalmente desde hace años) y específicamente a Pepe Mejía, viejo (entiéndanme, no quiero decir 'viejo', sino 'viejo') amigo y compañero de fatigas de tiempos ya un pelín lejanos, que se encarga desde hace años de alguno de los cursos de esta Universidad temporal, con gran éxito de crítica y público.

¿Y qué he dicho yo en la mesa? Pues aparte de intentar falsear lamentablemente mi edad, he dicho aproximadamente esto.

Pues hala, a dormir, que son dos días. Y que en la Puerta del Sol puedan dormir también sin palos ya que no sin molestias, debido a las despreciables gotas que hoy salpican las aceras de Madrid.

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