18 kilómetros de oscuridad entre Sol y Rivas

Hoy España, esa España que ni está en Sol ni se la espera, ha votado volver al franquismo, aunque probablemente sin saberlo. Ni siquiera eso saben los que han votado ciegamente, unos para ver si también a ellos les llueve un poco de dinero negro; otros, porque este hijo de la... de Zapatero es tan malo, que hay que votar contra él pase lo que pase.

Y yo creo que Zapatero ha sido espantoso. Ha hecho un destrozo tal que probablemente no nos recuperemos en treinta o cuarenta años de todo lo que este hombre y su Gobierno han roto. Pero votar al PP es votar a los amigos de quienes han enseñado a Zapatero y a su Gobierno a hacer todas esas maldades que han hecho. Votar al PP no es votar contra Zapatero, sino a favor de lo que Zapatero ha hecho. En las comunidades autónomas y localidades en que el PP ha ganado, muy pronto los fondos desaparecerán y los armarios de los políticos se llenarán de trajes. Y desaparecerá la negociación colectiva y las pensiones bajarán y los impuestos bajarán, pero porque bajarán las prestaciones sociales hasta desaparecer, y tendremos que comprarle el agua a una compañía a la que no importará dejar morir de sed a quien no pueda pagar.

En Rivas y en unos pocos, muy pocos sitios más, no. Allí, en contra de la corriente, Izquierda Unida no sólo se ha mantenido, sino que ha incrementado sus votos y ha conseguido el concejal que le faltó en la anterior legislatura para la mayoría absoluta. Tras una campaña que el anterior y actual alcalde, Pepe Masa, ha calificado como "la más sucia de las que hemos sufrido", IU ha ganado de lejos, más de lejos que nunca. El PSOE se ha hundido más abajo que nunca. Y el PP sigue siendo el segundo partido más votado, pero no tiene nada a mano para impedir que gobierne la izquierda.

En medio de este diluvio, cosas aparentemente tan dispares como la Puerta del Sol y Rivas Vaciamadrid son dos referencias, dos puntos de luz en medio de una niebla muy espesa. Los acampados en Sol han tenido el buen criterio de no ligar su movimiento a los resultados electorales, porque realmente no está ligado. De esa forma, la debilidad de la izquierda que ha basado todo en las urnas y nada en la calle, no ha alcanzado a quienes han hecho de la calle la única urna. Cómo pueden congeniar ambas referencias, si es que eso puede hacerse, es misterio que sólo el tiempo y la voluntad desvelarán. De momento, dieciocho kilómetros separan un lugar de otro. Entre medias, un túnel muy negro del que muchos no podrán salir.


Comentarios

Freia ha dicho que…
¡Qué lúcida tu entrada y qué tristeza se desprende de ella!
Para sacudírmela, me voy a Sol hoy que todo estará más tranquilo y los curiosos habrán desaparecido.
Un abrazo, don Antonio
Jose V ha dicho que…
Estoy totalmente de acuerdo con la entrada. Votar al PP es votar a favor de las políticas que ha hecho Zapatero.
Nos esperan tiempos difíciles que habrá que aguantar con dignidad pero sin resignación

Un saludo
mitcoes ha dicho que…
Que razón tienes, cuando dices que votar al PP es votar a favor de las políticas que ha hecho Zapatero.

El problema es que los que votaron a Zapatero querían que hiciese otras politícas, y no las ha hecho, y es por eso que parte de ellos dejan de votarle.

El PSOE no quiere hacer políticas ECONÓMICAS de izquierdas, y parte del electorado les castiga, desgraciadamente en el castigo llevamos más penitencia.

El dilema es angustioso, porque además votar a otras izquierdas implica que las leyes electorales castiguen el valor de nuestro voto.

Y lo peor es que el PSOE no quiere cambiar la ley electoral provocando que como en Cantabria haya FRAUDE DEMOCRÁTICO, al votar la población más a Revilla+PSOE+IU que al PP, pero la ley le da maś escaños al PP, ley electoral hecha por el PSOE+Revilla para que la ciudadanía que vota a otras izquierdas no tenga representación.
Aladroc ha dicho que…
Pues no lo sabia, pero me alegra que por lo menos en algun lugar gane alguna opcion diferente a las dos eternamente presentes.
Creo que la descripcion es clara y concisa y siempre se agradecen esos pequeños claros en el bosque de los despropositos actuales.
Un fuerte abrazo.