Asesinar a un reportero

Hoy, a las dos de la tarde. En un programa 'informativo' me encuentro con una pareja que está dando una rueda de prensa. Acabo de caer en ese canal (Telecinco o Antena 3, no estoy seguro) y no sé de qué va la cosa, pero las caras son vagamente conocidas. El hombre de la pareja termina de decir lo que estaba diciendo y a continuación invita a los periodistas a preguntar lo que quieran. Uno de ellos se levanta y se identifica como repoortero de un programa del corazón de Telecinco. Su pregunta: "Voy a abrir yo el fuego. ¿Qué tal estáis?"

Lo digo en serio: antes de plantearnos ningún cambio social en profundidad, deberemos encontrar la forma de que un 99% de la sociedad vote "asesinarlo" ante una pregunta acerca de qué le harían a este reportero.

Pongamos manos a la obra.

Comentarios

SPOOK ha dicho que…
NO¡¡
Use otra expresión.
Por la descripción que hace puedo imaginar que el protagonista es un mal profesional, en ese caso (en ese caso y en todos) lo apropiado es rehusar el servicio de dichos malos profesionales y/o de las empresas que los contratan. Hasta ahí correcto, incluso puede (y debe) criticar la falta profesionalidad de los medios de comunicación públicos, puede (y debe) defender su opinión de lo que sería una mejor información…
Pero su comentario NO¡¡. Su vocabulario huele (más bien apesta) a autoritarismo, mal método para lograr que des-informadores y des-informados se transformen en buenos y responsables informados e informadores.
Puede estar seguro, con el método que nos propone el cambio social será hacia las soluciones autoritarias… quien se lo iba a decir, usted tan cerca de la dictadura. Eso sí una dcitadura que “dicte” sus normas.
Antonio Flórez ha dicho que…
Bueno, ciertamente la entrada destila autoritarismo. Es un recurso 'literario' muy común que pretende poner de relieve lo grave de la cosa comentada. El asesinato no ha figurado nunca, no figura y no figurará en mi lista de recursos aceptables, ni política ni personalmente.

Pero, dicho esto, queiero dejar claro que la violencia (que no necesariamente significa asesinato, por supuesto) no está descartada en esa lista. Es más, sigo pensando, como hace varias décadas, que es -aunque por desgracia- la única que puede garantizar la superación de un sistema como éste.

Otra cosa es cómo se ejerza esa violencia, con qué garantías, normas y limitaciones. Ahí está la madre del cordero.

Un saludo.
SPOOK ha dicho que…
El autoritarismo un “recurso literario” ¿? y “muy común” ¿?

Para que la violencia sea solución, como usted dice, han de cumplirse ciertas normas y limitaciones de modo que nunca se cumplen. Sólo en situaciones extremas de injusticia está justificado el uso, limitado al mínimo, de la violencia. La experiencia histórica pasada (y futura) muestra que NUNCA la violencia ha satisfecho estas condiciones.
Si por “superar un sistema como éste” entendemos una sociedad en paz le puedo recordar lo que alguien escribió antes que yo: no hay camino para la paz, la paz es el camino”
un cordial saludo
Antonio Flórez ha dicho que…
Reconozco que lo de 'superar el sistema' suele quedar reducido a una frase, pero no me negará que lo de 'la paz es el camino' sí que es toda una frase... y nada más que una frase.

La 'experiencia histórica pasada', en relación con la violencia, lo que demuestra es que mediante ella es posible (o lo fue en su momento, al menos) doblegar al sistema capitalista en varias de sus modalidades. Otra cosa bien diferente es la experiencia de lo que siguió a esas victorias.

Desde la extinta URSS hasta Nicaragua, pasando por Cuba y por otras variadísimas experiencias, siempre ha habido un momento a partir del cual la corrupción, por un lado; la presión de una intervención exterior (o la amenaza inminente de la misma), por otro; y el recurso al autoritarismo político, por otro más, han derivado en algún tipo de dictadura espúrea que ha dado al traste con lo que de liberador fuese teniendo la experiencia en cuestión.

Al fondo de esto está siempre la misma tensión dialéctica entre dos elementos que se convierten en ninseparables pero antitéticos: la eficacia y la deocracia. Más de una vez he dicho, y lo sigo manteniendo, que la fórmula partido, en esencia, sigue siedno válida, no por ideal sino por única. De ella hay que depurar siempre aquellos factores, métodos, etc., que hacen derivar con facilidad a la forma partido hacia un ente autónomo de la acción política de la sociedad, adueñándose del Estado y convirtiéndolo en un isntrumento al servicio de una casta.

¿Un poco trostkista? probablemente. Es que el señor Davidovich Brosnstein era u hombre muy puntilloso e inteligente.

Un saludo.
SPOOK ha dicho que…
Indudablemente, y no he escrito lo contrario, con la violencia se alcanzan objetivos, pero siempre en el pasado (y en el futuro) el comportamiento violento ha rebasado las normas que usted mismo proponía, y el resultado no ha sido nunca en el pasado (ni será en el futuro) una sociedad justa y armoniosa (la explicación será la que usted aporta u otra cualquiera, pero el resultado es el que yo indico).

La democracia será ineficaz según y como… según sea el objetivo y como sea la democracia..

En cuanto a la fórmula de partido pues… desde luego un partido burocratizado donde el jefe y su camarilla imponen su criterio pues va a ser que no me gusta. Un sistema de partidos en que los dirigentes acuerdan usurpar el poder de los ciudadanos, pues tampoco es de mi gusto. Usted propone depurar estas malas prácticas, pero la historia es la que es, y nos enseña que la fórmula no ha servido, ni sirve (ni servirá). Mire usted, los partidos son estructuras sociales y se conforman a los usos (y abusos) de la sociedad en que viven. NO, no serán los partidos los que cambien la sociedad, será la sociedad la que cambie los partidos.
Y no se preocupe por el Estado, es una estructura en proceso de extinción. La globalización de la economía ha derribado las fronteras y la soberanía de los estados, ya no tienen nada que ofrecer a sus ciudadanos, son unos entes fantasmales.
un cordial saludo
SPOOK ha dicho que…
se me olvidó

Dice usted::“La paz es el camino” es una frase…
una frase que tiene un significado concreto: el ÚNICO modo de lograr la paz es a través de la paz.
Antonio Flórez ha dicho que…
Bien, don Spook, no deseo enzarzarme en una inevitable discusión sin fin. Y es inevitable porque no hay modo de demostrar que la paz es el único camino, como no lo hay de demostrar que la violencia lo es.

Sólo es posible mirar atrás e intentar descubrir la pauta o pautas qu han hecho victoriosa una determinada estrategia, o que la han hecho perdedora. La violencia ha sido indudablemente mucho más 'conseguidora' de victorias en primera instancia, pero no cabe duda de que los regímenes instaurados tras ejercerla han acabado derivando en caricaturas bastante sanguinarias.

La paz no es un recurso, es un estado, y no es posible estar inmerso en él si otro se empeña en que no sea así. Por eso hay que hablar de la paz como reacción válida o no, pero no como forma de hacer las cosas desde el principio.

Los pacifistas suelen poner el ejemplo de Gndhi, y yo les digo que no es comprensible que usen ese ejemplo haciendo abstracción de lo que ocurrió en India nada más conseguir que los ingleses se fueran de allí. ¿Las matanzas religiosas y nacionales no son imputables al método pacífico? ¿Y por qué sí lo son en otros casos al método de la confrontación violenta con el sistema imperante?

Como casi siempre, don Spook, creo que los caminos políticos no son como los de tierra y grava. Para caminarlos hay que estar saltando con frecuencia de unos a otros, y la dificultad reside precisamente en saber distinguir cuáles de ellos nos encaminan hacia adelante, y no hacia atrás.

Un saludo.
SPOOK ha dicho que…
Prescindamos de la filosofía de la paz, estamos de acuerdo en lo principal, en la interpretación de la historia:
” La violencia ha sido indudablemente mucho más 'conseguidora' de victorias en primera instancia, pero no cabe duda de que los regímenes instaurados tras ejercerla han acabado derivando en caricaturas bastante sanguinarias.”
Siendo así, estará de acuerdo conmigo en que la violencia NUNCA es la mejor opción. (como escribí más arriba, en casos de extrema injusticia la respuesta violenta no es la mejor, es la única)
un cordial saludo