El valor del padre Urtasun

Ayer recibí de una amiga la carta que a continuación reproduzco íntegra:

Domingo Urtasun Martínez, nacido en Arboniés hace 59 años, estudió con los Agustinos y en 1972 fue ordenado presbítero. Entre 1974 y 1997 trabajó en Nicaragua, donde se enfrentó a Somoza. Hoy es el párroco de Mendavia (Municipio de la Comunidad Foral de Navarra).

Hace unos días, al recoger el correo, encuentra sorprendido una carta de ETA exigiéndole más cooperación por la lucha de Euskal Herría. Esta fue su contestación (publicada en el Diario de Navarra el 23/05/2007):

"A quien concierna:

He recibido una carta, sin remite y sin firma, a la que contesto públicamente, con la esperanza de que sea leída por los interesados. Mi primera impresión fue de sorpresa. Pero después de releerla detenidamente, no dudé en pensar que lo que tenía en mis manos era un panfleto del más rancio corte estalinista. Esto se desprende ya desde el primer párrafo que dice literalmente: «Nos dirigimos a Vd. porque venimos constatando su inhibición y escaso interés en la defensa de la Iglesia Vasca».

¿Desde cuándo existe la «iglesia vasca»? ¿Quién es el fundador de tal iglesia? ¿Quiénes son sus autoridades? ¿En qué lugar de Euskal Herría residen?... No alarguemos inútilmente este interrogatorio. Yo he sido bautizado en la Iglesia Católica, que tiene su origen y fundamento en Jesucristo. Mi Obispo y el Papa son mis autoridades. Y todos mis esfuerzos están orientados en esa dirección.

Por otra parte, ¿quiénes son Uds. para pretender «obligarme a trabajar más activamente por una Euskal Herría libre, soberana e independiente», como afirman en su carta? Desde mi infancia aprendí que mi patria es España. En ella he crecido, en ella vivo y en ella espero morir, si Dios quiere. No estoy, en absoluto, por la labor de establecer nuevas fronteras, sino más bien por derribar muros y mugas que nos separen.

Tienen la desfachatez de señalarme algunas tareas, como por ejemplo: «poner nombres vascos a los que se bautizan». Señores míos, ¿de verdad que hablan en serio? ¿Estarían dispuestos a aceptar que el cura pusiera los nombres a sus hijos? No me lo puedo creer. Para darle consistencia a tan absurda proposición citan «el comportamiento ejemplar de muchos curas patriotas». Yo pensaba que este lenguaje obsoleto y arcaico, y este afán por promover «iglesias patriotas», sólo se daba en la extinta Unión Soviética y en los países de su órbita comunista, sin excluir la China de Mao Tse-Tung. Esto me suena a manual de Marxismo-Leninismo para principiantes.

Finalmente, su atrevimiento llega hasta «pedirme, también, el voto para H.B. ¡Qué más da cómo nos llamen los fascistas…!» Pues va a ser que no. Sería lo último que se me pudiera ocurrir. ¿Cómo voy a votar por quienes no son capaces de condenar la violencia que asesina indiscriminadamente, y no sienten ningún escrúpulo al profanar los humildes monumentos que el pueblo erige en recuerdo de las víctimas del terrorismo, como acaba de suceder en Berriozar con el monumento a Francisco Casanova, a quien me correspondió enterrar?. Es como volver a asesinarlo de nuevo. De verdad que no me resulta ilusionante colaborar con sujetos de semejante catadura moral.

Domingo Urtasun, párroco de Mendavia
Esta carta, sobre cuya autenticidad no puedo en absoluto dar fe, tiene dos cosas que me sobrecogen: en primer lugar el valor que, de ser real, demuestra tener este párroco. No sé si me habría atrevido yo a tanta respuesta y tan clara. la segunda cosa es algo muy llamativo que dice el cura: "(...) Desde mi infancia aprendí que mi patria es España. En ella he crecido, en ella vivo y en ella espero morir, si Dios quiere. No estoy, en absoluto, por la labor de establecer nuevas fronteras, sino más bien por derribar muros y mugas que nos separen (...)".

¿Por qué, me pregunto, el señor Urtasun quiere derribar barreras y mugas entre Euskadi y el resto de España, y no entre España y el resto de Europa, pongamos por caso? Él dice haber aprendido desde pequeño que su patria es España. ¿Y quienes hayan aprendido que su patria es Euskadi? ¿Tendrá tanto valor la sinceridad de estos últimos al responder, pongamos por caso, a un juez que quiera encausarles como pertenecientes al entorno de ETA si declaran tal cosa?

Hace muchas décadas que me desengañé respecto a la pertenencia a una identidad nacional, sea España o Madrid. Cada una de ellas ha demostrado, así que le han dejado tiempo para ello, que rápidamente pueden pasar de ser una entidad oprimida, a convertirse en opresoras con las armas en la mano. Pertenecer a una nación es, a corto plazo, pertenecer a una banda armada.

Comentarios

-_- ha dicho que…
Documento muy interesante éste que nos trae hoy, Sr. Flórez.

Hay ciertas cosas del posicionamiento de quien responde a la carta que no comparto en lo personal aunque me parezcan legítimas. Él es, entiendo, un patriota (¿nacionalista?) español, ciudadano que siente filación política con la idea nacional de España. Servidor es laico en ese tema. Las naciones me interesan únicamente en su dimensión cultural, pero no política. Los Estados me interesan sólo como entes administrativos y organizativos para satisfacer las necesidades del ciudadano, no como órganos de expresión de identidades colectivas.

Luego dice que es religioso. Obvio, si es un sacerdote. Servidor es ateo. Si "Dios" es amor, piedad, tolerancia, o el Universo entero, entonces sí soy religioso, claro. Pero si Dios es una inteligencia extraterrestre, sobrenatural, mágica, que va a dictar la moral humana y cuya vanguardia es la institución eclesiástica, entonces no soy religioso; soy ateo. Y líbreme Zeus ;-) de los religiosos de la segunda acepción.

Pero eso no es lo más importante. De ser auténtica la historia, la persona que responde a la carta tiene un aplomo soberbio. Y en ese sentido debo ponerme moralmente a su lado. Está siendo amenazado por una organización de corte estalinista, fascistoide, reconocidamente violenta, para la que la disensión se convierte en traición y para la que quien piense distinto que ellos en lo político es un enemigo militar al que hay que eliminar físicamente y continuar humillando su memoria después de muerto (caso de los jóvenes pisoteadores de flores en los cementerios).

Cordialmente,
SPOOK ha dicho que…
Yo tampoco puedo confirmar la autenticidad de la carta…pero de su texto literal («iglesias patriotas») puedo deducir que me encanta la definición de “principiantes del marxismo-leninismo y que por extensión debe aplicarse a Rouco y “adláteres”.
Incluso el mismo autor en su remisión a las autoridades extranjeras ( Mi Obispo y el Papa son mis autoridades) no admitiendo ninguna autoridad democrática nacional está copiando del ideario del padrecito Stalin.
En resumen, como ya sabíamos esto puede deberse a que no “hay peor cuña que de la misma madera” o en caso alternativo sería aquello otro de “el hábito no hace al monje”, pero vamos, que no cuela, que aunque la mona se vista de seda…
Antonio Flórez ha dicho que…
Mu refranero le encuentro a usted, don Spook.

Don EISrM, su ateísmo y su anacionalismo (no sé si el término existe) le honran, en mi opinión. Que, dicho sea de paso, no es nada humilde.

Un saludo.
J. G Centeno ha dicho que…
Sin entrar a valorar la posible verosimilitud del hecho, condenable en sí mismo, sin paliativos, la carta de respuesta a la extorsión, puesto que se trata de una extorsión, plantea interesantes reflexiones: La primera es que el amenazado, el párroco, entra perfectamente al trapo y comienza a intentar desarmar los argumentos de los extorsionadores de forma homeopática, es decir utilizando esos mismos argumentos, de manera que a las memeces proeuskaldunes contesta con memeces proespañolas, y ahí está perdido porque tan cretino es un nacionalismo como el otro. Tambien hay que destacar que el señor párroco será un notable experto en cristología, y es de lo que debe hablar, de marxismo-leninismo parece conocer muy poco, y menos de como se trató la cuestión nacional en la, desgraciadamente, extinta URSS.
En cualquier caso estoy, en esencia, con usted. El nacionalismo no tiene más sentido que reivindicar, por ejemplo, la jota navarra frente a la aragonesa.