El valor de lo que ETA escribe

Es un triste consuelo saber que, al menos, no estaba uno equivocado. Hace no tanto tiempo (un par de años, a lo sumo), un montón de gente de diferente orientación política negaba que hubiese un sector de la llamada izquierda abertzale dispuesta a plantar cara al predominio absoluto de ETA sobre el movimiento nacioanlista radical vasco. Le decían a uno que era un ingenuo y que veía sólo lo que quería ver, pero que no existían pruebas de que tal sector existiese.

Hoy, tras el último comunicado de ETA, el aire que se respira es de un total convencimiento no sólo acerca de la existencia de ese sector, sino de su estrategia a medio plazo de buscar salidas exclusivamente políticas al conflicto en Euskadi. Lo admiten por pasiva, diciendo que ETA no quiere dejar espacio a ese sector, pero eso es lo mismo que reconocer que el sector existe.

Esta constatación, que puede parecer tan sólo ansia de estúpida vanagloria, es importante porque delata una de dos cruciales interpretaciones: o bien la llamada clase política española es miope hasta la peligrosidad, o bien es malintencionada hasta la nausea. Cabe, naturalmente, una combinación letal de ambas cosas, caso que, me temo, se da con frecuencia.

Esa misma clase política que ahora reconoce impícitamente la existencia de un sector que a mí siempre se me ha antojado clave para construir una alternativa que deje menos muertos y que traiga más satisfacción a todas las partes enfrentadas, esa clase política, digo, debería dar explicaciones acerca de por qué no ha habido una actitud en positivo por parte de las fuerzas no nacionalista hacia el sector abertzale en cuestión. Una de dos: o no se sabía de su existencia (con la vergonzante e inaceptable carga de ignorancia política que eso conlleva), o se sabía, pero no se le quería dar cancha.

Yo creo que, claramente, es esto último lo que ha estado ocurriendo. Creo que en lugar de mirar a ese sector no tanto como un aliado (cosa que con seguridad no era), pero sí como un "compañero de viaje", le han mirado como un obstáculo para que las cosas siguieran en los cómodos términos en que han venido estando: ETA mata, sí, pero esa barbarie se constituye en garante de la impunidad para desarrollar una batería legal sin precedentes en Europa, con la cual nos hemos puesto al borde de abandonar la categoría de Estado de Derecho. Y eso es algo muy útil para otras muchas cosas que no son la lucha antiterrorista.

Por eso, después de leer la traducción al castellano del comunicado (traducción sobre la que no puedo ofrecer mayores garantías, ya que no conozco al traductor, pero no dispongo de otra de más fiabilidad), confirmo que las conclusiones de los portavoces de PSOE, PP y demás fuerzas del sistema son un tanto escoradas. Escoradas hacia restar valor a lo que el comunicado pueda tener de novedoso en sentido positivo (es decir, de acercamiento a posibles futuras posiciones de abandono de las armas; fíjense si soy prudente) y volcadas a resaltar lo que puede pasar por más evidente: la continuidad de la revindicación del uso de las armas.

Sin pretender saturar con comentarios, tans ólo quiero decir que, si bien es cierto que cuando ETA habla de lucha, lo hace en el sentido de lucha armada, en este comunicado los redactores se desviven por no dejarse ni una sola vez en el tintero la alusión a la soberanía del pueblo vasco como sujeto de esa lucha. Llegan a reconocer que "No será ETA quien alumbre la libertad de este pueblo. No serán los partidos políticos los que nos acercarán a la libertad. El pueblo mismo será quien de la libertad a Euskal Herria. Queremos subrayar eso". Por otro lado, es constante el reconocimiento del papel de la izquierda abertzale en la conducción de la lucha política, y a su vez es muy nutrido el número de ocasiones en que se certifica explícitamente que es en ese terreno (el de la política) donde deben darse las salidas a largo plazo para Euskadi.

¿Que este comunicado no equivale a una bajada de brazos de ETA? Estoy seguro de ello. Pero no me quieran vender la moto de que en él se sigue haciendo un panegírico de los asesinatos como forma de resolución del conflicto, porque no es asi.

¿Cómo dicen? ¿Que no hay que dar tanto valor a las afirmaciones escritas de ETA? Entonces, no sé a qué viene tanta declaración ni comentario.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
chapeau.

mitxel
RGAlmazán ha dicho que…
Totalmente de acuerdo, Antonio.

Salud y República
-_- ha dicho que…
Muy bueno. Le enlazo.

Saludos,
-_- ha dicho que…
Llevo tiempo pensando en que ese sector abertzale pacífico y democrático está obligado (estratégicamente), si quiere seguir existiendo a largo plazo, a enfrentarse pública y frontalmente a Euskadi Ta Askatasuna. Con tanto o más brío que los nacionalistas centralistas unitarios, aunque pueda parecer paradójico.

Básicamente por dos motivos:
a) en lo particular de los abertzale, es la única forma de tener probabilidades de éxito político en una de nuestras democracias de corte occidental

b) en lo general, para la sociedad, deslegitimarían y restarían poder y apoyo a E.T.A., algo que es bueno para todos, ya que la sociedad está formada mayoritariamente por ciudadanos que quieren vivir en paz, no por guerreros

Es algo parecido a por lo que creo que las izquierdas sociopolíticas deben denunciar con decisión a las dictaduras llamadas "de izquierdas".

Ésa sería, creo, la responsabilidad de estos actores. Me parece que ud. señala muy bien cuál ha sido la de los P.P. y P.S.O.E. y cómo la han desaprovechado históricamente.

Cordialmente,
Llevo algún tiempo informandome sobre algunos temas y cada día pienso que la lucha fuera de las instituciones del estado no sólo es legítima sino recomendable. No me refiero a la lucha armada, sino al anarcosindicalismo o a lo que era el sindicalismo tradicional y combativo.

Cosidero la lucha armada como la última estrategia posible, pero entiendo perfectamente la postura de Euskadi porque como Gallego me encuentro en una situación parecida o incluso peor.

Es bueno que la Izquierda se desvincule de la lucha armada, aunque eso no hará que dejen de perseguirla, ilegalizarla y callarla con toda la fuerza del estado.

La peor dictadura es aquella que se disfraza de democracia compañero.

Hasta que punto la insurrección contra el poder y contra el capital no debería ser la respuesta. Hasta que punto estamos dispuestos a ceder ante un parlamentarismo burgués y ante una justicia injusta. Hasta que punto estamos dispuestos a respetar una constitución que no cumplen los partidos que dicen defenderla. ¿Hasta que punto?

Creo que debemos desertar del poder.

Salúd y Libertad!
Anónimo ha dicho que…
No es la primera vez que desde la izquierda abertzale se sueltan palabras bonitas... pero las palbras bonits se las lleva el viento.


Usted creeria a alguien que le vende un crecepelo y que fuera calvo no verdad.

Pues es muy dificil creer a terrorista hablando de paz.
Jessica ha dicho que…
Creo que a tu entrada le falta una premisa (porque se basa en un juicio de intenciones, desde el cariño te lo digo): que ese sector de la izquierda abertzale efectivamente ha existido, pero no era representativo, o dicho de otra manera, eran cuatro gatos y, con el tiempo y las sucesivas treguas y negociaciones, el colectivo ha ido creciendo y ahora sí son un % suficientemente representativo como para tenerlo en cuenta.
Antonio Flórez ha dicho que…
Muy de acuerdo, don EISrM.

Doña Jessi, le agradezco la puntualización y puede que algo de razón lleve usted, pero piense una cosa: no es el número lo que, en este tipo de cosas, más hace importante a un sector, sino la "calidad" de sus componentes. Y desde el principio muchos señalamos a Otegi como una pieza clave del mismo. Él ha sido y creo que es la pieza más relevante, pero no la única. De hecho, me atrevería a decir que si la izquierda abertzale no ha visto absolutamsente rotos los puentes de diálogo, aunque sea de bajo nivel, con algunas fuerzas políticas (léase Aralar, Nafarroa Bai y otras) es gracias a este sector.

Un saludo.
SPOOK ha dicho que…
En la política del día a día los dos años que usted indica son mucho tiempo.
Por ello, no es válido su comentario en el sentido de juzgar las actuaciones de aquel tiempo.
Las circunstancias son distintas, entre otras causas por las actuaciones de los diferentes agentes políticos y mediáticos y la aplicación de la legislación vigente.
La situación del país vasco es un proceso dinámico, las reacciones y consecuencias de una acción son MUY diferentes según el momento en que se produce.
Por lo demás, estoy de acuerdo con usted. Todos los indicios apuntan a pensar que la izquierda abertzale quiere intentar una vía política renunciando a la violencia terrorista. Ayudemos a que esa iniciativa tenga éxito y que sea pronto
manuhermon ha dicho que…
En el tema específico que tocas, me recuerda que los que mas etarras quitaron de la armas, fueron los eta-pm, cierto es.Esto iría en esa dirección que tocas.
Pero hay otro nivel de preocupación el tema nacionalista como propblema político que tiene otras derivaciones actuales. Lo toco en arian seis, http://arian-seis.blogspot.com/