Refrito

En un rasgo de europeísmo sin precedentes, Rajoy ha pasado de hacer de gallego a hacer de sueco. La respuesta a la pregunta sobre el futuro de Bárcenas es un modelo de estupidez semántica y un alarde de política de baja estofa. No tan escueto debe haberse mostrado, sin embargo, en la reunión mantenida con el canalla de la patronal, quien ha salido de esa reunión dispuesto a sentarse con los sindicatos y hacerles varias pedorretas como expresión de lo que le preocupa el diálogo social. Los sindicatos, naturalmente, han demostrado la enorme dignidad que habitualmente les acompaña levantándose de la mesa... y apresurándose a decir que Papá Gobierno debería dar un puñetazo para frenar el ansia destructiva de la CEOE.

Pero el Gobierno, representado por ese ser en vías de momificación llamado María Teresa de la Vega, ha coincidido con la postura europeísta de Rajoy y ha recurrido también a la identidad cultural que los españolitos asignamos, no sé con qué criterio, a los suecos. Así, ante el problema planteado por la vuelta de la CEOE a una propuesta ya aparcada para reducir a veinte los días por año trabajado que habría que pagar para despedir, De la Vega ha dicho, muy sesuda y comprometida ella, que el Gobierno ha apoyado, apoya y apoyará el diálogo social. Que traducido debe significar que "venga, venga, no se quejen ustedes tanto, dialoguen con los señores patronos. Y si hay que dialogar sobre si los días deben ser 20 ó 21, pues se dialoga y ya está". Vamos, lo que cabría esperar de un gobierno de izquierdas, socialistas que se dicen.

No es suficiente consuelo el hecho de que para las próximas elecciones estadounidenses vayamos a poder degustar las delicias que sin duda nos depara una posible Sarah Palin como candidata republicana para suceder a Obama en la presidencia de EE.UU. Como no lo es tampoco que el birrioso Micheletti esté reculando en sus intenciones de continuar con el golpe de Estado en Honduras, porque estos golpes, aunque al final no triunfen, siempre dejan un aviso para navegantes sobre el piano del salón, como lo dejaron, y bien claro, los señores Tejero, Milans del Bosch, Armada y compañía el 23 de febrero de 1981. Ni siquiera nos hacen sonreir a gusto los reveses británicos en Afganistán, que creo yo que preludian el batacazo que los norteamericanos se van a llevar con esta nueva ofensiva que tienen en marcha.

Y no son un consuelo estas noticias, unas divertidas, otras aliviantes, porque seguimos teniendo una colección inacabable de desgracias aquí, en casa. Telefónica, por ejemplo, no parece tener en cuenta los rumores de flojera de la crisis económica, y llevada sin duda por el deseo benevolente de obligarnos a reducir la cultura consumista que nos corroe, sube los precios aunque lo haga disfrazando la cosa de una bajada (te bajo el precio en esto que casi no consumes, aunque te lo subo en esto otro, que lo consumes todos los días).

Sólo nos queda, como verdadero consuelo y paño de lágrimas, el deporte. Siempre ha sido el rey del adormecimiento, tanto si se trataba de encandilar a los argentinos con el Campeonato del Mundo en plena guerra de las Malvinas, como si se trata de difuminar la corrupción que todo lo invade con el campeonato de Europa de la selección española de fútbol. Este deporte concreto siempre ha sido el más reputado como fuente de sueño, pero últimamente están tomando tímidamente el relevo otros, como el baloncesto. De esta manera, también nos procura consuelo saber que Gasol jugará el próximo europeo con la Roja (qué extraño oír llamar así a la selección de este país). El ciclismo puede que también se aúpe al carro de los deportes-marihuana, siempre que Sastre o Contador consigan auparse de nuevo para dar esas tardes de gloria a las que tanto nos acostumbramos con Induráin.

Y hay una excepción. Hay algo que no es deporte pero que nos consuela mucho, pero que mucho, mucho. Como una llamada de ultratumba algo chusca y zumbona, me llega la voz aflautada y ridícula del más ridículo de los hombres, empeñado patéticamente en seguir siendo alguien entre los oráculos. Los medios de comunicación le dan la cancha que la razón debería negarle, y gracias a ello podemos escuchar a Aznar una recomendación propia de su paranoia liberal: privaticemos las cajas de ahorro para que dejen de gestionar mal (?) los fondos públicos (????) y para que de una vez por todas se pueda acabar con la politización que las corroe. No se puede decir mayor cantidad de gilipolleces en menos espacio.

Comentarios

SPOOK ha dicho que…
Permítame una puntualización entorno a su diagnóstico de Aznar . Su expresión “paranoia liberal” no es correcta en términos psiquiátricos. Lo de liberal es una calificación ideológica independiente de la enfermedad mental que tal señor padece.
El insigne psiquiatra Carlos Castilla del Pino en su libro “El delirio, un error necesario” escribe:
” El delirio se define en los tratados de psiquiatría como una interpretación o creencia errónea a la que el sujeto (delirante) confiere carácter de cierta a pesar de todos los argumentos en contra, incluso ante toda prueba de realidad(…) El delirio posee una firmeza tal en el tema que lo hace inconmovible.
(…) el delirio no es una creencia, sino una evidencia (…) el delirante no es que cometa un error sino que él está en el error, instalado definitivamente en un error total, sobre él y su entorno, al conferirle a sus creencias el rango de evidencias.

Hasta el ayudante del becario de Freud reconoce estos síntomas en la posición de Aznar respecto a Iraq o en su interpreatación del 11-M.
Este señor es un peligro público pero ¡ojo¡ el peligro no está en la maldad de sus propuestas sino en la locura de su discurso mental. La paranoia delirante no se propaga por contagio viral pero en ciertas circunstancias puede actuar como atractor catalítico provocando en su entorno incapacidad para interpretar con sensatez la realidad habiéndose observado especial incidencia en escurialenses ambientes.
Antonio Flórez ha dicho que…
Sea, pues: delirio liberal y no paranoia. Su referencia a Castilla del Pino le retrata, estimado don Spook, no menos que la presbicia.

Un saludo.
L3óN ha dicho que…
Lleva toda la razon!
SPOOK ha dicho que…
Se ha buscado usted un bonito entretenimiento para las vacaciones: completar el puzzle de Spook.
Espero quedar guapo
AF ha dicho que…
No crea que nos engaña con tan deleznable añagaza como es la de poner una foto esperando que creamos que es la suya, don Spook.

Un saludo.
SPOOK ha dicho que…
Mi “buena” intención no es engañar. En anterior entrada escribía que Spook no es persona física, no hay pues tal imagen de Spook.
como dijo Al Capone al final de su trayectoria criminal “I am a spook, born of a million minds” (soy un fantasma forjado por millones de mentes).
Esta información ya la expuse anteriormente en otro blog que también usted leía.
Así pues, ningún interés en engañar, ni siquiera en ocultar, la imagen es una pieza más del puzzle y con intención de ayudarle a completarlo la coloqué, pero si no le sirve la retiro, al fin y al cabo es usted el que se ha metido en el juego y ¡¡oiga ¡¡ la selecta educación recibida y la exquisita elegancia heredada me impiden hacer trampas o engaños en el juego.
Antonio Flórez ha dicho que…
¡Ah, pues siendo así...!

Un saludo-