Los referendum no se piden a los presidentes

Lo ha estado advirtiendo sabiamente don Javierm en su bitácora, pero no le han querido hacer ni caso y hete aquí que los padres de la chavala asesinada en Sevilla se han lanzado a la arena de la política nacional reclamando la instauración de la cadena perpetua en el ordenamiento penal español. El método que para ello han elegido es el de pedir a Rodríguez Zapatero que convoque un referéndum para consultar a la ciudadanía al respecto.

Hay que reconocerles a estos padres el hecho de no haber pedido la instauración de la pena de muerte en lugar de la cadena perpetua, es un detalle que les honra. También hay que reconocerles la pulsión democrática que les hace solicitar un referéndum en lugar de pedir la instauración por decreto-ley. Sin embargo, no entiendo por qué piden al presidente del Gobierno que sea él quien lo convoque. Los referéndum (me niego a la pedantería de usar el plural latino) pueden convocarse a iniciativa particular, reuniendo una serie de firmas. No se pide a los Presidentes que los organicen.

Por otro lado, un referéndum es, aparentemente, la expresión más elevada de la práctica democrática. Toda la ciudadanía expresa directamente su opinión acerca de un tema concreto, sin intermediación de ninguna clase. Pero después de las apariencias vienen las comprobaciones. En 1986, el PSOE convocó, tras años de reclamárselo millones de personas en las calles, un referéndum para decidir sobre la pertenencia de España a la OTAN. El catálogo de trampas que el Estado (no puede hablarse sólo de un partido, sino del sistema en su conjunto) puso para ese referéndum es inagotable: en primer lugar, la tramposísima pregunta, confeccionada con varios condicionantes y valoraciones tendenciosas, del tipo de "¿Desea usted que España salga de la OTAN y se condene así a ver su economía hundida y un aumento espectacular del paro, la desaparición de las pensiones y además exponerse a los ataques extremistas de diversos países?; o, por el contrario, ¿quiere usted que España permanezca en la OTAN y sea un país democrático, con su economía en auge, recibiendo miles de millones de subvención durante mucho tiempo e instalándose en el definitivo bienestar?" Aparte de esto, el PSOE y sus aliados dentro y fuera de España no se cortaron a la hora de organizar giras de mandatarios de otros países europeos que vinieron a amenazar al pueblo español con el fuego del infierno si decidía salir de la OTAN. O de enviar a todos sus efectivos a amenazar a la enorme masa de jubilados con que perderían sus pensiones (sic) en caso de salir de la organización militar. El catálogo se vuelve inabarcable.

Pues bien, hagan ustedes un esfuerzo por imaginar qué no se pondría en juego por parte de los sectores más reaccionarios de este país (instalados en el poder en buena medida) para conducir el referéndum hacia sus posiciones. Y, más allá del resultado que se obtuviera, juzguen la situación en que quedaría ese vago espíritu progresista que aún barniza la actual Constitución española en materia de criterios penales.

Puede que ese primer referéndum se ganase, pero habría otro no tardando mucho. Y el tema de ese segundo referéndum ya no sería la cadena perpetua porque, ¿para qué quedarse a medias?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Voy a ir un poco más lejos en esta insensatez:

¿Te imaginas que los presuntos asesinos no hubieran sido españoles?.

Estoy seguro que tendríamos un altercado xenófobo de gran magnitud. Pero a lo mejor mañana mismo sucede porque se está abonando un terreno muy peligroso del que sólo va a germinar odio.

A mi me parece que ZP se va a reunir mañana con Democracia Nacional. Es así de simple.
Naveganterojo ha dicho que…
Buf¡¡¡¡, es espinoso de verdad el temita,en primer lugar comparto el dolor de esos padres, la rabia, e incluso el deseo de venganza, pero....de eso a querer manipular a un presidente del gobierno, va un abismo.
Sin viajar mucho al pasado recuerdo a los padres de Mari Luz, ellos solo pedian justicia, no exigian nada, no gritaban a los cuatro vientos el apoyo del pais, ellos solo lloraban y pedian justicia, ¿es que el crimen de Mari Luz es menos doloroso que el de Marta?.
Creo que un poco de sensatez no nos vendria mal.
Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Lo mejor que se puede hacer a este respecto, es que condenen a estos "desgraciados" (espero no ofenderos) y que salgan de la carcel despues de unos años (no muchos, como todos) y que cojan por banda a vuestras hijas, o a las mias, y les hagan los mismo.
Seguro que ese dia (que espero que no llegue), seguro que no se nos ocurre ir al presidente de turno y pedir la cadena perpetua, que no es otra cosa, que cumplan el castigo que va a cumplir la familia el resto de su vida, por que no os olvideis que esa familia esta condenada a CADENA PERPETUA toda su vida.
No hablemos de Marta, que casualmente, fue condenada a PENA de MUERTE por "su juez", pero claro, al pobre juez que no sufra, que tiene derechos.

Espero no haber ofendido a nadie.
Antonio Flórez ha dicho que…
Pues no, don Anónimo, no me ofende usted, al menos a mí. Le puedo asegurar que entiendo su miedo y su cabreo, pero la cuestión a tenen en cuenta es que reaccionar e institucionalizar las reacciones cada cual por su cuenta y justo después de haber sufrido un atropello, suele llevar a instaurar respuestas penales desproporcionadas y que, además, se acaban empleando no sólo contra gente que sí pudiera merecerlas, sino contra cualquiera, incluidos aquellos que no lo merecen.

Y respecto a que Zapatero haya recibido a los padres, me sigue sin ofender usted y yo sigo diciendo que no tendría que haberles recibido porque nada justifica que les reciba. Lo único que tiene el caso de estas personas de extraordinario es la publicidad que los medios han dado al tema. Por esa regla de tres, habrá igual doscientas mil personas en España que bien con un tema idéntido o con otro similar o equivalente, podrían reclamar ser recibidos por el Presidente. Yo no quiero que eso ocurra, porque al presidente y a los ministros los quiero para que trabajen en TODO lo que tienen que trabajar, y no sólo en una cosa concreta y pequeña (sí, pequeña, aunque para los padres, amigos y familiares, sea enorme).

Un saludo.