No todos ven claro lo del Feliz Año

¡Qué alegría, qué alborozo! Comienza un nuevo año y, como siempre que esto ocurre, el futuro se antoja preñado de esperanza (!!!!). Lástima que algunos no compartan momentos tan jubilosos, bien porque su religión no es la misma y, claro, no acaban de sentir los rescoldos de la bondad dejada por la Navidad (1); bien porque navegan en la oscuridad y no ven muy clara la necesidad de los buenos propósitos (2); bien porque su discapacidad (política, en este caso) se lo impide (3); o bien porque pertenecen a otras culturas y les importa tres leches lo el Año Nuevo nuestro, que es en día distinto que el suyo (4).

En este último caso, además, le dan a uno escalofríos pensar en manos de quién se pretendía dejar la principal distribuidora de gas de este país. No sé que habría hecho Gazprom en caso de que aquí se hubiese iniciado una valiente y eficaz operación contra las mafias rusas. ¿Ustedes sí se lo imaginan?

Para todos aquellos a quienes la ceguera, la discapacidad política, la religión o la diferencia cultural no les impida sentir lo mismo... ¡Feliz 2009!

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