Una buena noticia, por caridad...

He tenido que buscar y rebuscar, hasta dar con esto, para conseguir sacar aquí una buena noticia entre tanta desmesura y desaliño informativo. Me han tentado otras cosas también, como el ejemplo clamoroso de una Polonia que no parece tener tantos temores a abrir la lata de su pasado moderno como los tiene el gobierno español y su fiscal jefe; o la insospechada inmodestia de los principales dirigentes bancarios españoles, quienes pretenden que Zapatero vaya dando lecciones de buena gestión financiera a Washington (como si le fueran a dejar hablar mucho).

Sin embargo, los polacos investigan a los nazis y al estalinismo al tiempo que sus dirigentes niegan evidencias climáticas con una soltura que avergüenza y se despachan a gusto en términos racistas y xenófobos. Y los banqueros españoles... ¡qué podemos decir de ellos que no se haya dicho ya! Su pretendida solvencia financiera, en caso de que exista en los términos que exponen, hunde firmemente sus raíces en el atraco a mano armada que perpetran a diario contra sus clientes pequeños. No son, pues, santos en quienes depositar devoción alguna.

Por eso me he terminado quedando con el palito a la SGAE. No es gran cosa, pero en tiempos de crisis el corazón se conforta con cualquier limosna.