Leñadores del árbol caído

Es típico de los cobardes y de las víboras políticas apresurarse a hacer leña del árbol caído para de esa manera alejar de ellos cualquier atisbo de responsabilidad en las tropelías cometidas. Bush se va y los libros que califican su presidencia como "la peor de la historia de Estados Unidos" proliferan como proliferaron estos últimos años los nefandos gurús de la economía ultraliberal.

Un afamado periodista español, Lluis Bassets, es citado por "su" periódico cuando se pregunta retóricamente cómo fueron posibles los múltiples desmanes de Bush y su Administración y asegura que "la mayor derrota ha sido "la quiebra moral": la democracia más poderosa atropellando sus principios esenciales (Abu Ghraib, Guantánamo, etcétera) en nombre de la Guerra Global contra el Terror, "el pomposo nombre inventado por los neocons, que aprovecharon los atentados del 11-S para imponer sus ideas y sus estrategias, recortar los derechos y libertades individuales y situar al presidente de Estados Unidos por encima de las leyes de la democracia más antigua del mundo"". Un párrafo muy explícito sobre los neocons y el alcance y trasfondo real de esa política de uso del terrorismo como etiqueta multifuncional para justificar cualquier cosa.

El único fallo es que, salvando honrosas y siempre reseñables excepciones, no recuerdo ningún clamor que en su día se elevase para denunciar esto mismo y en estos mismos términos, con la misma intensidad con que ahora se agolpan todos a las puertas de las editoriales para no quedar fuera de la lista de los críticos con Bush hijo.

Cuando Bush salió de debajo de la mesa, dos días después del atentado de las Torres Gemelas, y empezó a desgranar su despreciable letanía de condenas baratas y carísimas amenazas, sólo recuerdo haber escuchado a esos que los políticos profesionales llaman despreciatiavamente "los de siempre", advirtiendo de lo tramposo e increible de los agumentos del presidente norteamericano. Fuera de esos círculos, me parece recordar que casi todo fue asentimiento, por mucha cara de incredulidad que se pusiese.

Lo despreciable de esta actitud no descarga ni un ápice de responsabilidad al criminal Georges W. Bush ni a los Golfos Apandadores de su Gabinete. Pero sí que revela la flaqueza moral de un conjunto de individuos que tienen en su poder el monopolio de la crítica política y moral, cuando ellos mismos saben de política lo que un adicto a los SMS sabe de ortografía, y de moral, lo que un obispo católico sobre educación infantil.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Das en el clavo, Morgan. Las voces que ahora se elevan como abochornándose repentinamente por los disparates del último gamberro de la Casa Blanca, ¿dónde han estado todo este tiempo? "A la sombra de sus jefes", diremos, parafraseando aquella canción que cantaba la tonadillera.
Antonio Rodriguez ha dicho que…
Los oportunistas de siempre se apuntan a caballo ganador, cuando ya no hay posibilidad de variar la situación.
Es lo de siempre, pero ya los conocemos no nos van a engañar.
Por cierto, te he dejado un recado en mi blog.
Salud, República y Socialismo