Desmemoriado para la felicidad

Don Antonio, desde su amanecer suficiente, me convoca a un pasalabola que anda circulando sobre las seis cosas "leves" que le producen a uno felicidad. Dado que hace bastante tiempo que no llega a mis lares uno de estos artilugios, debo volver a explicitar mi incapacidad para realizarlos, cumplimentarlos, continuarlos... como a ustedes les dé la gana llamarlo. No soy casi nunca consciente, para referirme al motivo de éste, de cuándo soy feliz, más que a toro pasado (triste sino), y casi nunca me acuerdo, de una ocasión a otra, de la razón por la que lo fui. Malamente, pues, puedo escribir nada que tenga el más leve atisbo de interés para quien pueda leerlo.

Así pues, pidiendo mil disculpas a mi atento corresponsal por lo que espero no tome como falta de cortesía, voy, una vez más, a descabalgarme de la cita. Estoy seguro de que les será fácil perdonármelo. Nada pierden, se lo aseguro.

Comentarios

RGAlmazán ha dicho que…
D. Antonio, es usted un escéptico y un estoico. Corríjase, hombre, que es usted joven.

Salud y República
Antonio Rodriguez ha dicho que…
D. Antonio yo pensaba que solo los que estamos próximo a la edad de la jubilación eramos proclives al mal del dichoso alemán ese.
Pero en fin cuidese, dicen que los rabos de pasa van bien para eso. Yo tampoco soy muy dado a estos pasaconsigna porque al final estamos todos liados, pero este me parecía simpatico.
Y no se preocupe está Vd. perdonado. Prometo seguir leyendo sus afiladas entradas.
Salud, República y Socialismo