Deberíamos calentar el otoño

El acoso y derribo al que los gobiernos autonómicos en manos del PP están sometiendo a dos de los cuatro grandes sectores públicos que quedan en este país, la Sanidad y la Enseñanza (quedan la Seguridad y la Administración Pública, que poco a poco irán buscando cómo privatizar también, y si no, al tiempo) es motivo más que suficiente para pasar de las palabras a los hechos. La manifestación que recientemente hubo en defensa de la Sanidad Pública es una buena noticia, pero creo yo que insuficiente, dado el calibre del ataque y la cuantía de la apuesta en juego.

Es el caso, además, que no basta en estos temas con buscar iniciativas parlamentarias que aminoren el ataque frontal de la derecha porque, al menos en el caso de la Sanidad, tampoco el partido en el Gobierno está por la labor de impedir la totalidad de ese ataque, ni siquiera lo más grueso del mismo.

Es hora, pues, de buscar la manera de organizarse la propia sociedad, con la ayuda de las organizaciones que se atrevan a ello, para enfrentarse a la bicha. En Italia ya lo han hecho y en Francia, también. Claro que en los medios de comunicación estas cosas no salen apenas, como no salió la masiva manifestación de hace dos días en Irak en contra del acuerdo entre los invasores norteamericanos de aquel país y el gobierno iraquí, al que llamaremos títere para ser finos y comedidos.

Si añadimos la encerrona que parece se está preparando para untar a los bancos con un pastizal más que importante sin que se vean por ningún lado las garantías concretas de devolución con intereses que sería de ley (se habla de ello, pero no se concreta nada, y eso es sinónimo de olvido a medio plazo), llegamos a la conclusión de que es necesaria una medida que anuncie a Gobierno y "agentes sociales" (interesante eufemismo) la no disposición del personal a tragar más carros y carretas.

Hágase.

Comentarios

alfombril ha dicho que…
Suscribo todo lo dicho en tu artículo.