Solidaridad con don Ricardo

Me acabo de enterar, entre ayes de dolor y asombro, del luctuoso suceso relacionado con el nivel grasiento del continente corporal de ese gran hombre (en todos los sentidos menos uno, llamado istmo) que conocemos por Don Ricardo. Tras años de sufrir ataques sanguinolentos por parte de familiares hipócritas que tras una sonrisa aparentemente cariñosa escondían el estremecedor cuchillo del carnicero, al fin han terminado por orquestar un ataque al que, al parecer, nuestro ínclito no ha podido resistir. Considerablemente vencido, pues, y casi desarmado el ejército ricardiano, han alcanzado las tropas cualitativovidistas sus últimos objetivos militares.

¿Pero realmente lo han hecho? ¿Su triunfo es irreversible? No, si don Ricardo encuentra hombros en los que llorar y brazos en los que apoyarse. No, si al mirar a su alrededor puede notar una marea de solidaridad que recorra esta Europa sanitariamente correcta que nos asola.

Desde aquí quiero invitar a cuantos y cuantas llevan algunos años ya disfrutando de las deliciosas y sugerentes aventuras gastronómicas de este prohombre, para que hagan valer esa solidaridad, para que presten su brazo y cuantos otros apéndices corporales (sin pasarse) estimen oportuno, en pro de don Ricardo. Hago un llamamiento a enviarle fotos de comida de la que a ustedes y a él y a mí nos gustan realmente, de cada platazo que se vayan ustedes a comer y que, al relamerse de sólo mirarlo, les haga acordarse de la humanidad doliente. Yo comienzo por este humilde jamón con tan buena pinta.

¡Rebélense contra las ensaladas floreadas, inviertan en grasa, rompan el agobiante cerco de los dietistas!

¡¡SOLIDARIDAD CON DON RICARDO, YA!!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Haga una pegatina, por favor.
Migue ha dicho que…
Hay 2 formas de quemar grasas y disfrutar haciéndolo. Una es montar en bicicleta y la otra...no la diré.

Sólo así prodrá comer de todo sin preocuparse.
Tanhäuser ha dicho que…
Jejeje, habrá que sumarse a la campaña.