Segunda edición de un agradable encuentro de blogueros

Por segundo año consecutivo algunas de las plumas más afiladas de la blogosfera que uno conoce, a las que se añadió este servidor, se dieron cita en Madrid, acudieron a la cita (que no todo es quedar), se lo pasaron bien, pero que muy bien, practicaron el noble arte de la glotonería y cambiaron impresiones acerca del mundillo éste en que escribimos. En el cambio de impresiones a mí me tocó una que no me acaba de quedar bien porque me aprieta en el dedo gordo del pie derecho, por lo que ruego a quien me la cambió que me devuelva la mía, que me quedaba mejor.

Además de esta singular actividad cambiaria, se procedió a la constatación de la estrella ascendente de doña Maripuchi, que ha salido en 20Minutos y en la SER y que de manera totalmente merecida ha quedado nombrada musa de todas y todos nosotros, quedemos quienes quedemos englobados en el pronombre. Por su parte, don Rafael se dedicó con fruición a su recién descubierto vicio, esto es al pacto, pactando sin mesura con cuantas personas se acercaban o no a él, y a veces a favor y en contra de la misma, aunque con sospechosa propensión al pacto con aqullas y aquellos que denotan una inclinación hacia la región socialista de los cielos, como se podrá sin duda constatar en alguna foto en que aparece con Animal, doña Maripuchi, don Raúl, doña Conchi y doña Blanca... Pero antes había pactado (que lo vi yo) con doña Freia, y posteriormente también pactó por otra banda con don Bolche y con don Curro y con Augusta (quien debió acabar vaya usted a saber cómo tras las muchas copas que amenazó con tomarse junto con nuestra estrella ascendente), con don Vicente, con doña Madeleine... Y sin duda pactó con doña Lola, por la cuenta que le trae, y no creo que dejara fuera de los pactos a Rosamari, Fernando y Julio...

Doña Freia, don Bolche y el que esto suscribe intercambiaron más cosas que impresiones, sin llegar a los fluidos, cosa que queda reservada oficialmente en el caso de ella y de él a sus respectivos consortes, y en mi caso, a nadie. Doña Freia nos regaló unos dulces exquisitos, cosa por la que le quedo sumamente agradecido, máxime cuando, al tratarse de crujiente bañado en chocolate, mi hijo (con quien en teoría debía compartir el regalo) no puede comerlo, cosa que me legra infinito.

Y nada más excepto lamentar en mucho la ausencia final de varias de las personas anunciadas, entre ellas don Manuel y sus apuntes de bolsillo (por más que sea comprensible, dada la distancia que tenía que cubrir) y reconvenir muy señaladamente a don Ricardo, que por segunda vez anuncia su asistencia pero no la materializa, salvo que haya encontrado el secreto de la invisibilidad y haya estado espiándonos sin saberlo (pero no creo, porque aunque no se le hubiese visto, sí se le habría oído, pues no puedo concebir que hubiese sido capaz de permanecer callado). A este paso, don Ricardo se convertirá en Godot, lo cual es muy malo porque recuerdo que Godot nunca llega a aparecer, lo que nos inclina a pensar que no existe realmente, imposibilitándole para degustar guisos, asados y caldo diversos.

Hasta la próxima.

Comentarios

Maripuchi ha dicho que…
Pues que sepa usted que no fueron tantas las copas, eso sí, la perjudicación me dura todavía (será la edad...)
Antonio Flórez ha dicho que…
Si ya lo decíamos ayer mismo... Pero no se preocupe, doña Maripuchi, que le quedan a usted luengos años de perjudicarse sin serias repercusiones díasiguientes.

Un saludo.
Blanca ha dicho que…
Es que no hace caso a las consejas de sus mayores y a pesar de la oferta de obleas a la que la mantuve durante toda la noche, sigue como siempre, sin hacerme maldito el caso desde que nació... y comportándose como una cosaca (de Kazán), para vergüenza, oprobio y constatación de que, por muchos denarios que empleé en su aprendizaje, no sirvieron para mucho. Ni falta que le hace, la verdad.
RGAlmazán ha dicho que…
D. Antonio una crónica bien contada. ¡Vive dios! Pero sus insinuaciones de pacto continuo debilitan esa imagen que tengo de persona inmutable y dura.
Bien es verdad que pacté, pero lo que usted no dice es que usted ya venía pactado de casa. Y que su pacto deriva hacia nortes insospechados, próximos a Siberia.
De acuerdo con lo que dice de D. Ricardo. Y también de nuestra lideresa bloguera Maripuchi y su nueva amiga Augusta que no hace sino confirmar lo que Blanca afirma: Mucho dispendio educativo para encontrarnos con estos frutos descarriados.
En fin, cosas de la edad, habrá que regalarlas El Ripalda. Todavía no saben lo que es el pecado.

Salud y República
Anónimo ha dicho que…
A ver, don Antonio, que se entere usted de una cosita. Era mi intención acudir al evento este, pero resulta que ustedes lo adelantaron sin avisarme, con intenciones más que evidentes. Así que no chuleen.

Miren, que largo todo lo que sé. Y sé mucho.

¡Ah, y no, no existo!
AF ha dicho que…
Doña Blanca: bonita referencia zarzuelera la de los cosacos; más en concreto, a don Pablo Sorozábal.

Don Rafael: Tiene usted razón e incluso se queda corto: no sólo venía pactado de casa, sino del colegio. El Ripalda haría mucho bien moral a esas descarriadas.

Don Ricardo: Destierre de su vocabulario de uso ese "a ver" que tanto comienza a abundar y que tan ingrato e insolente suena. Por otro lado, como no existe usted, no puedo abroncarle. ¡Qué dilema!
Unknown ha dicho que…
Hasta el último momento no sabía si podría ir. Al final, en un intento de mandar a freír espárragos al reloj y al calendario, hice un intento, pero las tarifas (aquí estamos ya en plena temporada turística) se me antojaron prohibitivas para un viaje tan fugaz. Espero, no obstante, asistir en una próxima ocasión. Me acordé mucho de ustedes.
animalpolítico ha dicho que…
Si somos optimistas habrá que señalar que el número de osados aumentó claramente con respecto a la anterior ocasión. Si las matemáticas no fallan en la próxima habrá más blogueros, entre pactistas y despactados.

Diré no obstante que, a la hora del buen condumio no pude apreciar diferencias insoslayables, salvo el afán del buen Rafael de devolver al empresario dos botellas de Rioja que nos correspondían a la colectividad como impuesto revolucionario. De hecho, estaban pagadas, creo...

Pero la honradez, como el fúrgol, "es así". No admite componendas. Sobre todo después de haber leído a Ripalda. De lo que se entera uno.
Arbillas ha dicho que…
Lamenté no acudir...

Pero en la próxima no os vais a librar de mí tan facilmente.

Un beso muy fuerte....