A favor de quién nos ponemos, ¿de las mujeres o de los menores?

En Mallorca y Valladolid, unos menores que lo son por los pelos han sido acusados con bastante certeza de la violación de unas menores, en uno de los casos con el agravante de padecer la menor una muy importante minusvalía psíquica. En España la ley, aun cuando quiera reformarse, amparará a los menores violadores (si es que lo son) y les librará probablemente de penas de cárcel.

Y sin embargo, unos chicos de 17 años hoy en día saben perfectamente lo que hacen si violan a una menor. No haría falta que lo grabaran en video, aunque muchos lo hacen para más inri. Se da aquí una colisión de derechos de esos que cualquiera con ansias de estar dentro de los límites de lo políticamente correcto defendería a pies juntillas.

Cada vez más se da esta colisión de derechos o de intereses. Quieres salvaguardar a un menor, pero resulta que el menor te amenaza con una navaja. Quieres salvaguardar a las mujeres en general de la violencia machista, pero resulta que una cantidad significativa de ellas aprovechan una legislación inconstitucional como la existente a este respecto en este país, para echarle los perros a sus maridos, amantes o lo que sean que en ciertos casos no han tenido conducta punible alguna. Quieres salvar a los linces, pero condenas a un pueblo a morir de hambre.

Estoy exagerando, lo sé, pero considero que se trata de una exageración perdonable porque sólo intenta poner de manifiesto de manera más rotunda lo que, estoy convencido de ello, sí que ocurre en realidad y sin exageración alguna.

O dejamos la corrección política a un lado y nos acostumbramos a elaborar leyes que sirvan para juzgar cada caso y no una generalidad (el género masculino, la juventud, el medio ambiente...), o nos veremos abocados a tener que enmendar y contraenmendar leyes a toda prisa cada vez que un fallo clamoroso de las mismas demuestre que no eran válidas tal como se concibieron.

Comentarios

Maripuchi ha dicho que…
Sinceramente, nunca he tenido muy clara la ley del menor...
Siempre fuí muy espabiladita, pero te aseguro que con 17 sabía lo que hacía y con quince, si me apuras... también.
Anónimo ha dicho que…
Vamos a ver:
art. 10.2 de la ley 5/2000 (Ley del Menor):
Cuando el hecho sea constitutivo de alguno de los delitos tipificados en los artículos 138, 139, 179, 180 (Violación) y 571 a 580 del Código Penal, o de cualquier otro delito que tenga señalada en dicho Código o en las leyes penales especiales pena de prisión igual o superior a quince años, el Juez deberá imponer las medidas siguientes:

...
b) si al tiempo de cometer los hechos el menor tuviere dieciséis o diecisiete años de edad, una medida de internamiento en régimen cerrado de uno a ocho años de duración, complementada en su caso por otra de libertad vigilada con asistencia educativa de hasta cinco años. En este supuesto sólo podrá hacerse uso de las facultades de modificación, suspensión o sustitución de la medida impuesta a las que se refieren los artículos 13, 40 y 51.1 de esta Ley Orgánica, cuando haya transcurrido al menos, la mitad de la duración de la medida de internamiento impuesta.

Y el código penal establece para este tipo de delitos una pena de entre 6 y doce años de carcel.

Osea que no se libran de la carcel, solo que parte de su condena lo hacen en un centro diferente en régimen cerrado, o sea una carcel para menores, porque el colmo sería que los menores de edad entraran en alcalá-meco.
AF ha dicho que…
Don Javierm: ¿Quiere apostar a que tras la mitad del internamiento en un establecimiento para menores (que no sólo no es Alcalá-Meco, sino que tampoco es una cárcel cualquiera, si bien es peor que estar en libertad, claro), el menor puede acceder a beneficios que le permitan salir, en las condiciones que sea?

Si el sistema penitenciario ha funcionado de acuerdo con su objetivo constitucional (reforma del individuo, conversión en un ciudadano "bueno"), pues muy bien. Pero si no, puede que unviolador esté de nuevo en la calle, y quizás con más "agallas". Que cada cual juzgue cuál será el resultado.

Tengo muy claro que el paso decisivo para evitar en toda la medida de lo posible que se reproduzcan los violadores, los asesinos, los ladrones o los delincuentes de cualquier naturaleza, se habrá de dar en la fase de la educación y formación de cada individuo, en su infancia y juventud. Esa será una responsbailidad no sólo de hoy en día sino también del futuro (puesto que estoy convencido de que el actual entramado educativo y social no consigue esos objetivos), pero, en cualquier caso, mientras tanto es imprescindible que aquellas personas que decidan no convertirse en delincuentes de ninguna naturaleza (tanto da si para ello tienen algo más de facilidad o algo menos), le vean ventajas al asunto y no cada vez más desventajas.

Lo contrario es caer más aun en algo que la izquierda llea cayendo desde el 68 para acá: hacer abstracción de las personas y pensar sólo en térmibnos de sociedad y de grupos o clases sociales.

Y cuando hablamos de delitos, de penas, de leyes, eso no debe ser así.

Un saludo.
Freia ha dicho que…
Me parece que has tocado un tema muy pero que muy peliagudo. Si no se dictan leyes que se puedan ser aplicadas a una mayoría seguramente se convertirían en papel mojado por lo farragosas y complicadas. Ahí está uno de los problemas de legislar, pero leyes llenas de continuos matices y observaciones las volverían inaplicables.
A los casos que tú mencionas, yo añadiría otro más: el de que los jueces, por norma, den la tutela y muchas veces la custodia a las madres. Siempre he pensado que cada caso es un mundo y muchas veces la ley es muy injusta con los padres, con los varones quiero decir. Pero supongo que si ya de por sí la justicia en este país da ganas de llorar por lo difícil de aplicar debido al bloqueo total de los juzgados, pues no quiero ni imaginarme si hubiera que andar cada vez contemplando las siete mil variantes que puede tener cada caso. En el momento que se legisla para todos, es lógico que haya errores, pero eso no invalida necesariamente la ley. De todas formas no es fácil opinar al respecto.
Freia ha dicho que…
(Continúo)
Creo que la ley debe defender al débil del fuerte y en este caso, los débiles no son los menores.