Los abertzales, cada vez peor

Ya sé que, como muchos dirán, tiene poca importancia lo que voy a decir, porque poco altera ya las cosas, pero quiero decirlo: con Otegi fuera de juego, las no muy fuertes posibilidades de estructuración y fortalecimiento de un sector anti-militarista dentro del núcleo duro abertzale descienden a pasos agigantados.

Buena prueba de ello es la torpeza del rechazable aplauso que la alcaldesa de Hernani, de ANV, ha solicitado para los dos etarras pringados en el atentado de la T-4 de Barajas, hace ahora poco más de un año. No es el único caso, parece que se multiplican en el ámbito de ANV los posicionamientos a favor de los etarras. Camino equivocado, chicos. Una vez más, camino equivocado.

El camino inteligente y correcto (recalco las dos cosas) era el de la búsqueda de la negociación, del diálogo, con vistas a un resultado lo más similar posible al conseguido por el Sinn Fein en Irlanda. En esta legislatura que termina pudieron haber andado por ese camino, haber avanzado más de lo que habría podido avanzarse nunca en la historia del Movimiento de Liberación Nacional Vasco Ya es parte del pasado, nada puede recuperar ese camino.

Quizás haya lerdos políticos de ETA que crean que su táctica de dar puñetazos en la mesa les iba a reportar una recuperación de la capacidad negociadora. Poco a poco verán que no es posible. Irán cayendo uno tras otro y, lo que es más grave para ellos, los presos de ETA irán perdiendo las esperanzas y la fe en su dirección no enchironada. Y la militancia abertzale se irá cansando.

Del mismo lugar en que pudo quizás haber un final negociado a la lucha armada de ETA, surgirá una profunda derrota de ETA. Del mismo sitio en que pudo quizás haber presos fuera, habrá más presos dentro. De la misma tierra en que quizás hubiera podido haber otro régimen de soberanía, habrá más de lo mismo, y el PNV se beneficiará de ello por los siglos de los siglos.

Todo tendrán que agradecérselo los independentistas bienintencionados a la extrema torpeza, a la inconmensurable ignorancia política de los miembros de una dirección que tienen de experiencia y de conocimiento lo que la dinamita que manejan.