La sabiduría del mercado

Los caminos del Señor -creo haberlo dicho alguna vez aquí- no tienen escroto, por lo cual son inescrutables. Décadas de polémica entre los defensores de la economía socialista y los de la economía de mercado para dilucidar si tienen razón estos últimos, en el sentido de que el mercado autoregula sus precios y que es mejor dejar que así sea para hallar el "precio adecuado" de las cosas, no han servido para llegar a conclusiones universalmente válidas.

En torno a esta divergencia, una de las fundamentales, han corrido ríos de tinta y, si se me apura, de sangre también. Basándose en tal teoría los liberales y los defensores de la arrogancia liberal (que no es la misma cosa) han clamado contra el Estado cada vez que éste ha pretendido regular el mercado en lo que a los precios se refiere. El mercado -insistían los liberales- se autoregula, es sabio, dejadle hacer...

Y en sólo un día, en unos minutos quizá (los que se tarde hoy en día en cerrar una compra de mil barriles de petróleo), la polémica ha quedado vista para sentencia. El mercado no se autoregula, el mercado es una puta mierda sujeta a las presiones de todo tipo de los más poderosos. A veces, ni siquiera hace falta ser especialmente poderoso. Yo mismo podría, hipotecando mi vivienda, haber sido el autor de este desenlace tragicómico en que un palurdo rico ha decidido que ser el primero en comprar barriles de crudo a 100 dólares, provocando así el alza generalizada de los precios, es algo digno de ser contado a su nieto.

Pobre señor. Pobre mercado. Pobres de nosotros.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El efecto mariposa de los weps. Un chino estornuda y aquí, nos suben un 15% el precio del pan...

Un besote


PD.- ¿Me cambias el enlace a www.maripuchi.es?
AF ha dicho que…
Cómo no, doña Maripuchi. Un saludo y feliz año.