La credibilidad de las ONGs
Leo en El País un artículo de opinión de un buen amigo y mejor conocedor del mundillo de las ONG. En él se da respuesta a un artículo que el diario de Prisa publicó recientemente, firmado por Ignasi Carreras, en el que se analizaba la situación de las ONG españolas a la luz de los recientes escándalos de Intervida y Anesvad, cuyos presidentes están bajo sospecha de apropiación indebida de fondos. Carreras plantea la credibilidad de las ONGs muy en función de la transparencia y correción de sus prácticas financieras y de la custodia y los usos de los fondos que a ellas llegan. Pepe Mejía le contesta diciendo que esa no debe ser la única medida de las cosas.
Cualquiera podría quedar perplejo ante la afirmación de Mejía: "¿Cómo? ¿Que la transparencia y la correcta gestión de los fondos no es el baremo para medir la credibilidad de una ONG? ¿Pues qué lo es, entonces?" Pero para eliminar esa perplejidad no hay más que escarbar un poco en el argumento.
Ignasi Carreras es, para mérito suyo en términos profesionales, un "hombre ESADE". Es alguien que tiene en la cabeza la gestión como elemento más importante (no digo único) de la medida de las cosas. Y en coherencia con eso, siente que sin la transparencia y el correcto uso en el manejo de los fondos no hay credibilidad que valga. Y yo pienso lo mismo. Y Mejía, también. No es ahí donde hay algunos matices entre este último y el primero. Los matices vienen cuando se intenta medir con más precisión el peso que cada cual da a otras cosas, una vez sentado que la transparencia y la buena gestión es algo básico. Carreras quizás se queda demasiado en eso (aunque menciona otros elementos de credibilidad, lo hace bastante de pasada), y ahí está la madre del cordero.
Porque nos hemos ido (y nos han ido) acostumbrando a pensar en las ONG como entidades cuasi-empresariales. Ellas mismas tienen mucha culpa en ello, porque se han burocratizado tanto en los últimos quince años, que contemplar el proceso de selección de personal directivo de muchas de ellas es ver, clavadito como una gota de agua a otra, el proceso de una empresa. Los elementos que se valoran tienen mucho más que ver con la gestión que con la ideología o, si se prefiere, la sensibilidad hacia la labor que la ONG va a realizar.
Y ahí es donde veo que incide Pepe Mejía, en opinión con acierto. Porque yo creo que hace tiempo que se alcanzó un suficiente nivel de "profesionalidad" en la gestión de la mayoría de las ONG. Y quizás lo que falte un poco (sin pretender con esto faltar a nadie) sea aumentar más los perfiles solidarios, esa vena ideológica a la que antes me refería. Y no sólo en los voluntarios, entre los cuales probablemente sea más fácil encontrarla, sino entre los directivos y responsables varios.
Cualquiera podría quedar perplejo ante la afirmación de Mejía: "¿Cómo? ¿Que la transparencia y la correcta gestión de los fondos no es el baremo para medir la credibilidad de una ONG? ¿Pues qué lo es, entonces?" Pero para eliminar esa perplejidad no hay más que escarbar un poco en el argumento.
Ignasi Carreras es, para mérito suyo en términos profesionales, un "hombre ESADE". Es alguien que tiene en la cabeza la gestión como elemento más importante (no digo único) de la medida de las cosas. Y en coherencia con eso, siente que sin la transparencia y el correcto uso en el manejo de los fondos no hay credibilidad que valga. Y yo pienso lo mismo. Y Mejía, también. No es ahí donde hay algunos matices entre este último y el primero. Los matices vienen cuando se intenta medir con más precisión el peso que cada cual da a otras cosas, una vez sentado que la transparencia y la buena gestión es algo básico. Carreras quizás se queda demasiado en eso (aunque menciona otros elementos de credibilidad, lo hace bastante de pasada), y ahí está la madre del cordero.
Porque nos hemos ido (y nos han ido) acostumbrando a pensar en las ONG como entidades cuasi-empresariales. Ellas mismas tienen mucha culpa en ello, porque se han burocratizado tanto en los últimos quince años, que contemplar el proceso de selección de personal directivo de muchas de ellas es ver, clavadito como una gota de agua a otra, el proceso de una empresa. Los elementos que se valoran tienen mucho más que ver con la gestión que con la ideología o, si se prefiere, la sensibilidad hacia la labor que la ONG va a realizar.
Y ahí es donde veo que incide Pepe Mejía, en opinión con acierto. Porque yo creo que hace tiempo que se alcanzó un suficiente nivel de "profesionalidad" en la gestión de la mayoría de las ONG. Y quizás lo que falte un poco (sin pretender con esto faltar a nadie) sea aumentar más los perfiles solidarios, esa vena ideológica a la que antes me refería. Y no sólo en los voluntarios, entre los cuales probablemente sea más fácil encontrarla, sino entre los directivos y responsables varios.
Comentarios
Pondré un ejemplo.
Durante los tres años que duró la guerra de Bosnia sólo hubieron 4 ONG's de intervención directa actuando allí. Las cuatro dependían de fondos privados - que yo sepa siguen dependiendo de fondos privados-. Sólo Medicus Mundi podía moverse con cierta soltura por aquella locura que fue la guerra, y aún así sólo tenían 30 efectivos en todo el follón. Esos 30 efectivos tienen un costo sobre el terreno de 1200 € diarios por persona. Si hablamos de ONG's como NomadaS que se dedican a los refugiados en origen, es decir, a sacar personas de zonas en guerra, el coste se dispara mucho más. Claro que hablo de ONG's de verdad, de esas que se gastan los fistulines en aquello en lo que trabajan - y no hablo de medicinas, transporte, etc, etc, hablo sólo del coste humano-.
Me gustaría mucho que, si tienes oportunidad, vieras el documental de Joan Planas Con ánimo de lucro, en donde se sacan ciertas conclusiones sobre las ONG's que, se supone, trabajan en el tercer mundo o con pobres.
También tiene un blog más que recomendable.
Ôo-~
Pues dejen de subvencionarlas con el dinero de los trabajadores de este país.
Yo a diferencia de los reaccionarios que ensalzan al Estado y a la agresión sistematica sobre las personas SI que creo en la solidaridad entre personas libres.
Si el Estado se retirara la gente sería más solidaria de lo que es hoy día. Primero porque tendría más dinero (no habría que pagar a todos los chupopteros y saqueadores), segundo porque no tendría esa falsa seguridad de que el Estado se ocupa de ayudar a los necesitados (el efecto desocializador del Estado providencia) y tercero porque las ONGs compitirian entre si por captar esas ayudas voluntarias, en lugar de llegar a chanchullos con los saqueadores y gastar el dinero que debería ir a los necesitados en pagar sueldos a guajes de papa del regimen fascista que ustedes los socialistas de todos los partidos nos han impuesto a los humildes.
Salud y anarquia de mercado
Como imagino que es un gran defensor de la libertad individual - lo es, ¿Verdad, Stewie?-, pues no sé porqué o bajo que razón iba a impedir que aquellos que hacen sus declaraciones de hacienda pongan la cruz donde les salga de los pancracios... ¬¬
Permítame rezar una horación por su alma (cuatro esquinitas...)
Ôo-~
Yo le dejo comentar simplemente porque le tomo como un termómetro: mido en él la temperatura de la calentura que estos liberales tienen en el cerebro.
Siguen con fiebre.
Y yo te doy enteramente toda la razón en criticar la financiación y los privilegios de la Iglesia. Pero a diferencia de muchos "izquierdistas" (no me gusta esa nomenclatura lo siento) yo no me opongo porque me caiga especialmente mal (ni bien) la Iglesia Catolica.
Es más depender de financiación voluntaria exclusivamente sera mejor para el funcionamiento de las iglesias, que al depender directamente de sus fieles no podrían seguir con su estructura jerarquica que se desentiende de los usuarios de su servicio religioso porque reciben dinero del mana estatal. Y lo mismo se aplica para las ONGs.
Me opongo por principio a la idea de subvención pública y al saqueo legalizado conocido como impuesto.Son injustos y no son necesarios. Es cierto que pensar que todas se anularan mañana es una majadería. Pero del mismo modo que si viviera en un país que admite la esclavitud total mi deber moral sería pedir la abolicion total e inmediata de ese sistema, por muy utopica o "estrambotica" que sonara mi charla a aquellos que ya se han acostumbrado al crimen generalizado. Del mismo modo es mi deber denunciar la esclavitud parcial que padecemos.
Prefiero un sistema de ayuda a los ncesitados y a aquellos que por circunstancias de l vida necesitan que les echen un cable que sea directo entre las personas altruistas y las organizaciones que realmente estan trabajando por esa gente. No creo que el dinero este seguro ni que todo funcione de forma honesta si pasa por las manos de los mayores criminales de la sociedad.
AF , realmente me importa un pito tú opinión, la tactica de insultar al adversario ideologico para desprestigiar sus ideas es un despreciable metodo muy antiguo.
No así la de algunos de tus lectores que siendo gente de bien apoyan las erroneas (y criminales en la practica) medidas estatistas porque creen que es lo justo y necesario y nunca antes han oido otras posibilidades.
Realmente hay (a pesar del pensamiento progre-guay-reaccionario) mucha gente que se considera izquierdista de corazón que sabe pensar por si misma y simplemente esta en un error de proporciones brutales. No es nada raro creo que todos pasamos por esa etapa.
Realmente ese tipo de gente es la que me interesa.
Don Stewie, no mezcle churras con merinas. El "sistema" de ONG's es criticable porque no tienen una gestión transparente, y en muchos casos dicha gestión es penosa. También es criticable porque existen muchas ONG's que no dedican los fondos que obtienen a aquello para lo que se supone que los obtienen - bajo mi punto de vista casi todas las ONG's que se dedican al desarrollo, y el ejemplo de aquellas que convencen al personal para apadrinar niños es más que suficiente. Precisamente estas no dependen de subvenciones estatales, sino del "altruismo" de los incautos que pillan por teléfono o en galas televisivas-.
La discusión sobre si los impuestos son, o no son necesarios es otra, que no me niego a tener, si así lo quiere, baladí y fácilmente rebatible, pero que nada tiene que ver con el uso que se hace de los fistulines por parte de las ONG's.
Ah, y si le importa un pito la opinión de otra persona, máxime cuando está comentando en su blog, ¿Para que demonios deja un comentario? ¿Para tocar los mondongos? cíñase al tema del que se habla en el artículo, que para hablar de si Elvis sigue vivo y es vecino de Torrelodones ya abrirá D. Antonio la correspondiente discusión... si le da la gana.
El problema de los neoliberales de medio pelo retroevolucionados como usted es que no aportan absolutamente nada a las discusiones sobre cualquier tema. Porque la reducción al absurdo de los mismos... no es aportar.
Hágaselo mirar.
Ôo-~
El sistema del altruismo sin mas como medida de solidaridad para con los necesitados es el que había en la tan injusta, autoritaria, opresiva y discriminatoria Sociedadad Tradicional del Antiguo Régimen, destruido por el liberalismo .
El intervencionismo estatal en materia de Servicios Sociales es una conquista popular de la Sociedad Moderna europea.
Y el intervencionismo estatal de un gobierno elegido por las urnas en nuestro marco legislativo de Estado Social y Democrático de Derecho, es elegido por la ciudadanía al aprobar por referémdum su Constitución y viene de un pacto entre agentes sociales (movimientos sociales), Capital y Estado. Es decir, no es nada impuesto, ni mucho menos criminal, viene de un consenso entre representantes políticos, patronales y sindicales que se formó en los años 50.
Lo que sí puede ser criminal es que grupos de presión poderosos que, sin duda, pueden crear empleo y aportar mucha prosperidad pero tb pueden provocar mucha explotación, exclusión social y violencia de todo tipo, no tengan ningún tipo de control por parte de gobiernos legítimamente constituidos. Esos grupos poderosos no son elegidos nunca por la ciudadanía y tienen muy poco control de la sociedad civil, y si no hay una mediación entre un estado democrático y, por tanto, participado y controlado por la sociedad civil, y los susodichos grupos ante el resto de la sociedad, la miseria y el crimen están garantizados de forma generalizada.
Ese sistema tan "liberal" y "acorde con la naturaleza del hombre frente a la coacción del Estado" es el que hay en Sicilia o el que había en Somalia a principios de los 90 y en Kosovo a principios de esta década, donde las mafias eran dueñas y señoras de todo.