Censura o defensa del propio espacio. (Que les parta un Rallo)

Hoy he puesto en funcionamiento una característica del blog que no pensaba que fuese a habilitar nunca. Se trata de la moderación de comentarios, eufemismo, en mi opinión, que implica casi siempre una exclusión de una parte de los comentarios o de los comentaristas. Quiero dejar esto claro porque no me gusta ampararme en lenguajes políticamente correctos, que en muchas ocasiones son sinónimo de falsos.

La razón de tal proceder es la reiterativa presencia de individuos pertenecientes al no muy selecto club de los liberales del mundo, que atraídos por, como mínimo, un llamamiento hecho desde una página de Chile, se han lanzado a intentar monopolizar mi blog con un único tema: las bondades del liberalismo, la insania de todo lo que no es tal (en su enferma mente no ser liberal equivale a ser socialista) y la pretendida razonabilidad de sus recetas económicas y sociales (o sea, políticas).

En los comentarios a la entrada anterior a ésta (que no trata, como pueden comprobar, de nada relacionado con esa supuesta dicotomía liberalismo/socialismo), tras unos cuantos comentarios razonables y centrados en el tema por parte de comentaristas conocidos (y aunque no lo fueran, eso es lo de menos) han aparecido de nuevo los mismos pesados, cuyas gracietas y recetas son, además, de longitud tal y de planteamiento tan básico que si alguien quiere responderles en serio se verá obligado a escribir párrafos y párrafos de texto (con lo incómodo que esto resulta en Blogger).

Aparte de las cuestiones de comodidad y ergonomía, he advertido en un comentario mío entre los varios allí aparecidos que o el personal se centraba en el tema que se proponía y, sobre todo, se dejaba de hacer glosas y panegíricos del liberalismo, o habilitaba la opción de moderar comentarios. Como respuesta, poco después han aparecido otros que, dejando a un lado la intencionalidad de cada cual, que no quiero juzgar, han reincidido en lo avisado por mí. La consecuencia es la mencionada e inmediata habilitación de la opción de moderación de comentarios.

Hasta aquí la narración de los hechos. Ahora, una reflexión al respecto.

El debate puede tener sentido en varias situaciones. Puede que se trate de algo meramente académico, en lo que la sola confrontación de ideas da validez a la existencia del debate. En esta situación es fundamental que las ideas aportadas tengan alguna novedad, lo que justifica que se debatan en sí mismas, independientemente de lo funcionales que puedan resultar.

Puede tener también sentido porque se esté intentando llegar a una conclusión común, bien para iniciar una acción a partir del acuerdo, bien para, simplemente, ponerse de acuerdo. Esta segunda situación requiere que los elementos del debate incorporen grandes dosis de funcionalidad.

Y, por lo que veo, parece que existe la modalidad de debate tramposo, en el que en realidad no se pretende debatir, sino sólo aprovechar un debate que se realiza ante un público (sea éste mayor o menor), independientemente de que en las opiniones se mezclen barbaridades indemostrables.

Hay quien dice (yo lo he leído) que si alguien no admite este debate es porque tiene miedo a no saber responder a los planteamientos que otros le hacen. No es verdad. Lo que obvian quienes esto dicen es que no les importa seguir repitiendo hasta la saciedad los mismos argumentos, sin darse nunca por satisfechos con lo que la otra parte pueda argumentar en sentido contrario ni tampoco admitiendo que se ha llegado a un callejón sin salida. Lo único que parecen admitir como posibilidad es que les des la razón. En el caso que he mencionado, esto es particularmente imposible. Don Rafa G. Almazán explica muy bien esto a un comentarista suyo (que nada tiene que ver en las formas con estos liberalillos).

En el fondo, lo que hay tras esta actitud acosadora es el intento de bombardear un blog de forma coordinada, de aburrir a los participantes en el mismo (empezando por el propio editor) y que se acostumbren a no pasarse por allí, porque a ver quién aguanta la pesadez de volver a rebuscar, entre diez comentarios kilométricos e infumables, uno que pueda interesar.

Señores: si creen de la máxima importancia para la supervivencia de la nación que todas y todos los súbditos y ciudadanos de la misma comulguemos con sus ruedas de molino, limítense a exponer en una página web sus tesis y ya acudiremos obedientes los demás para tomar nota de ellas y aprendérnoslas de memoria, párrafo a párrafo. No invadan el espacio que los demás han creado educada y tiernamente para su propio solaz unas veces, para el debate mesurado y racional, otras, y para diversión de mentes privilegiadas como las suyas, otras más.

Y si no, que les parta un Rallo.

Comentarios

Blanca ha dicho que…
Querido don AF, es que están aburridos porque el verano es muy largo y ya les han echado de todos los sitios conocidos y aledaños... hasta nuestro amigo dardo tuvo que poner moderación en su blog, con éso te lo digo todo.

Yo la quito y la pongo... cuando se dan cuenta de que la tengo quitada, arremeten de nuevo, la vuelvo a poner y así ando...

Paciencia y mándales a tomar viento fresco... que ahora por esos lares están en invierno...

Me estoy volviendo tan fina...
Anónimo ha dicho que…
Don AF: Le dejo unos días solo y me monta la de san quintín en su blog. Jesúsmaríayjosé, la que me tiene usted liada. Y todo por no reconocer que el mundo es socialista desde que cristo lo fundó, con un breve paréntesis comunista-stalinista. ¿No sabe usted que trichet es miembro del Partido Comunista de la Camarga?. Joer, de qué si no iba a llegar a donde ha llegado. Por no hblar de el sr. Botín, cuyo número de carné de militante es correlativo al de enrique bañuelos y diez menos que florentino pérez.

Si, sr... reconózcalo de una vez: este mundo es uuuuuna mierda porque la economía es socialista y los liberales están confinados ahí sin poder dirigir ná de ná, que en toas las instituciones están llenas de rojos de mierda. Y el peor Rodrigo Rato (marxista-maoista).
J. G Centeno ha dicho que…
En el fondo te envidio Antoñito, has conseguido desatar las iras de tan ilustres economistas, ya sabes que un economista es aquel que predice, con todo lujo de detalles una situación económica, eso sí, una vez que ha sucedido.
Decía el baloncentista López Iturriaga que el no se sintió de verdad jugador del Madrid hasta que la demencia estudiantil no le puso a caldo. Pues eso,
ladran los perros señor

señal de cabalgamos.
Anónimo ha dicho que…
Me da usted pena. Qué indigencia intelectual.