La libertad de expresión, secuestrada

Lo que el juez Del Olmo ha secuestrado hoy a instancias de la Fiscalía del Estado no ha sido solamente el número 1.573 de la revista El Jueves. Ha secuestrado también la libertad de expresión. Se impone la condena firme (como a ellos les gusta hacer siempre) de la Constitución, del Fiscal General del Estado y del juez Del Olmo, así como la solidaridad con los editores y profesionales de El Jueves.

Es sangrante que en este mismo día los medios de comunicación puedan exponer a la vez el castigo impuesto a la revista El Jueves, y el que se dispensó a un médico que abusó sexualmente de sus pacientes. Hace no mucho la sociedad española tuvo oportunidad de escandalizarse con casos como el de Farruquito o el de aquel conductor que conducía a 260 kilómetros por hora y al juez no le pareció que pusiera en peligro vida alguna.
Dicho esto, me quedo con lo declarado por un portavoz de Jueces para la Democracia, en el sentido de que Del Olmo ha actuado de manera razonable, pero hay que decir que lo razonable para un juez se reduce a aquello que puede, sin grandes retorcimientos, derivarse de la legislación vigente. Que una decisión sea razonable no descarta la irrazonabilidad de la misma. Puede ser una cosa o la otra, es opinable.

Es por lo que yo opino, y lo hago como queda plasmado en el primer párrafo: se trata de un secuestro. Y hablando de secuestros de la libertad de expresión por la vía de secuestrar una publicación, hay que recordar que desde 1978 para acá el mayor número de veces que tal cosa se ha impuesto ha sido en relación con la monarquía que sufrimos quienes en España estamos convencidos del atraso que esa institución implica. Es un ejemplo más, pero más importante de lo habitual, de la urgente actualidad de la cuestión del cambio de forma de Estado. Demos la razón a don Rafa Almazán y reclamemos con más ahínco una república que muchos sabemos incapaz por sí sola de resolver ningún problema básico, pero que arreglará bastantes entuertos e injusticias.

Por lo demás, no llego a decir lo que dice la Federación de Humoristas Gráficos, pero sí creo que el dibujo de portada es de mal gusto. Para mí, lo que no debe ser nunca amordazable es la crítica contra el papel político de la monarquía, contra los actos de los miembros de la familia real en tanto que tales y actuando en el plano "profesional". Pero como personas, por más que me caigan mal, no me parece que haya que utilizar elementos de su vida privada que no tengan relación alguna con el interés público. La forma usada por El Jueves es abusiva en ese sentido. Esto no impide ni condiciona la solidaridad más arriba expresada, pero acota los términos de la misma.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Bueno, que es razonable no quiere decir que sea racional...

Tras escribir un post sobre ello, estoy empezando a pensar...teniendo en cuenta la cantidad de portadas brutas que ha tenido "El Jueves", ¿porqué ahora? ¿tratan desde el gobierno de hacerse perdonar por sectores derechosos y pro-monárquicos? ¿es un intento de "dar imágen moderada"? ¿quizás desfaso y me voy haciendo conspiranoico?

Ayh, don AF, que la noticia la llevan en portada "El País" y "El Mundo"...mañana hay que mirar las portadas...
HIPATIA ha dicho que…
Me parece muy apropiado que aproveche la ocasión para criticar la sectaria y parcial aplicación de la justicia que hacen los jueces y fiscales.

Pero estoy en total des-acuerdo en llamar a la libertad de expresión e información para defender esta viñeta. Los que hemos disfrutado de La Codorniz no podemos ver una crítica a la monarquía si no una burda ausencia de inteligencia para hacer crítica política. Y para defender soeces burlas no debe gastarse la libertad.
J. G Centeno ha dicho que…
La república acabará llegando gracias a los monárquicos, que se cojen con papel de fumar. Yo me estoy riendo lo mio
Tanhäuser ha dicho que…
Qué mal pensado eres, AF. Lo que pasa es que Letizia sale con las tetas pequeñas y Felipe sin depilar. Esa es la razón, hombre.