Pijología

Después de leer en Diagonal un articulito sobre la cadena norteamericana Starbucks y su marketing mentiroso, me entró la vena concienzuda y me dije: "vamos a contrastar la información" (???), y me puse a buscar en Google cosas relacionadas con las cafeterías de marras (Google, ese confidente ubicuo que, como todo buen confidente, se cobra en carne aunque nosotros no lo sepamos). Buscando, buscando (no demasiado, la verdad), me encuentro con esta bitácora centrada en temas de marketing en la que había una entrada sobre el asunto. La leo y me parece bien para la especialidad del blog, pero donde casi se me rompe la mandíbula al impactar violentamente contra el pecho es en el apartado de los comentarios.

De repente, decidí no escribir ni una línea sobre las prácticas de Starbucks (ya lo escriben otros con más base que yo) y sí sobre el colmo de la pijez, alcanzado por varios de los mencionados comentaristas del post. Les ruego presten especial atención a los comentarios de Blaxter (comentario número 5), José Félix Scott (el 6, a quien le impresiónó no haber encontrado Starbucks ni Ikea en Valencia. ¡¡Mecachis...!!), Rafa (el 17, entusiasmado con la pronta llegada a Valencia de Dunkin Donuts. ¡Memorable!), Miguel (21) y Malú (22) (ambos grandes expertos en los cafés europeos e internacionales), Álvaro (el 23, que ha debido tener una experiencia inenarrablemente antihigiénica donde haya ido antes de que abrieran Starbucks), Marta (la 24, veinte añitos y lo más encantador que recuerda de Londres es un Starbucks, la pobrecilla)...

Y como guinda, una opinión objetiva y mesurada en el comentario 35. Tanto que nos hace la típica lista de los pros y los contras de la cadena. Un detalle: en los pros pone, entre otras cosas, que son muy rápidos... no más de cinco minutos de espera para un café. ¡¡¡Cinco minutos!!! ¿Qué le diría al camarero el ochenta por ciento de la clientela de cualquier bar o cafetería tradicionales de este país (al menos en Madrid) si le tuviese cinco minutos esperando un café? Y lo dice quien avisa que ha sido camarero desde los 18 años en diferentes establecimientos. Pues le habrán puesto a caer de un burro...

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