Los dirigentes del PSM y la Política 2.0

Hace unos días, don Luis Solana escribió una entrada en su blog con la que tiraba una piedra al río para ver cuántas ondas se producían, qué dirección seguían y qué pasaba cuando llegaban a la otra orilla. Inmediatamente, la entrada registró un pequeño alud de comentarios opinando sobre la propuesta: ¿sería Alfonso Guerra un buen elemento para asumir la reorganización sobre bases sólidas del PSM y, después de reorganizado y "sanado" de sus males, dejarlo en las manos de sus dirigentes "naturales"?

La entrada fue escrita el pasado viernes y, con sólo un fin de semana escaso de por medio, las "familias" socialistas madrileñas han dado indirectamente su respuesta por la vía de los hechos: se han reunido, han pactado una gestora y los principales cargos institucionales para el Ayuntamiento y la Comunidad, así como un nuevo equilibrio interno de poder, e incluso les ha dado tiempo a reunirse de nuevo, a primera hora de esta mañana, para provocar la dimisión fulminante de Simancas y echar por tierra lo pactado, horas antes de que la Ejecutiva fuera a refrendarlo.

Con ese frenético ritmo, ¿de verdad alguien pretende convencerme de que Internet y las técnicas de colaboración en línea pueden sustituir esta hiperprofesionalización? Las "bases" pueden debatir lo que quieran por medio de sus blogs, que los profesionales de la política siempre podrán reunirse (incluso aunque lo hicieran por videoconferencia, estaríamos hablando de cosas distintas) con mucha mayor celeridad de la necesaria para que varios bloggers encuentren el rato para sentarse al ordenador. La Política 2.0 está, por el momento, muy lejos de ser una alternativa seria a la Política 1.0 con vistas a la renovación de los sistemas de democratización de la actividad política.

Siento que la propuesta de don Luis haya quedado tan fuera de lugar (esa en concreto o cualquier otra que se hubiera hecho por este medio de los blogs o por otros que no sean los propios del familieo). Lo siento por lo que tiene de evidente: da igual la gravedad de la situación, nunca parece que ésta dé lugar a un replanteamiento cabal de los métodos seguidos. Da qué pensar. A mí, particularmente, que no es la política (la gestión y el avance de la vida pública) lo que les interesa. Que les interesa lo cercano e inmediato: el poder, los cargos.

Y, sinceramente, no creo que nadie pueda tirar la primera piedra contra nadie: si unos son los protagonistas de esta obra de teatro, otros siguen buscando con denuedo un papel en ella (aunque sea de secundario) o comprando entradas para verlo.

Comentarios

Blanca ha dicho que…
Yo estoy totalmente en contra de que Guerra mueva más los hilos de lo que los mueve.

Independientemente de que a veces hemos echado de menos la contundencia en sus respuestas, la mala uva y la inteligencia maquiavélica que tiene por arrobas, no me gusta que la emplee en su propio partido y con su propia gente.

Y no me gusta ni un pelo lo que ha hecho durante toda su vida política con los que no seguían sus consignas o el consideraba sus adversarios dentro de la política partidaria, porque en política interna ha hecho mucho daño a mucha gente y, aunque me riera de sus frases ingeniosas dirigidas a la oposición, me reía menos cuando no demostraba ningún corazón con sus compañeros... y tenemos ejemplos a montones...

Así que si Luís Solana pretendía ser su valedor, yo no estaba de acuerdo en absoluto con el.

Un abrazo,
Maripuchi ha dicho que…
Don Antonio.
Creo que la política que el PSOE lleva a cabo con los famosos globos sonda no es nueva. Ya en otros tiempos se usaba ... y se sigue haciendo.
Sinceramente, y haciendo un poco de ejercicio de autoanálisis, creo que es falta de autoestima.

Guerra NO PUEDE ser la opción para Madrid. Políticamente está acabado. Ya tuvo su época y ésta ya pasó.
Saludos.
Arbillas ha dicho que…
Hola:

Me parece amigas que en este caso yo no estoy muy de acuerdo, y no es que vea bien que Alfonso sea el nuevo Secretario General de Madrid, pues creo que tiene ya bastantes ocupacións.

Pero yo soy una de esas personas que se hechizan cuando ven a Alfonso Guerra.

Puede que a veces suelte alguna que otra cosa que no comprendemos, pero le veo como una persona fuerte, con un gran sentimiento socialista, me gusta su claridad y su estilo, aunque a veces como impetuoso o demasiado convencido de sí mismo puede asustarnos.

Incluso a veces yo hecho en falta aquel Guerra contestón e ironico que acompañaba a Felipe cuando era presidente.
Quizas ahora necesitariamos algo parecido, que a veces termine de ponerle la guinda al pavo y mande a alguno a comprarse unos esparragos para freirlos.

Ya veremos los resultados tras o en mitad del congreso extraordinario del PSM, al que intentaré acudir aunque sea de oyente, va a ser interesante estar allí.

Un saludo.