La Realidad no cae en el olvido

Decir que la Justicia está a sueldo de los poderes económicos sería seguramente una exageración. No lo diremos, pues. Pero hay ocasiones... Vean, si no.

Patxi Ibarrondo es un periodista que hace seis años largos se atrevió a iniciar una aventura de esas a las que realmente se puede tildar de peligrosa, y no los safaris fotográficos en Kenia: la fundación de una revista semanal de izquierda radical en Cantabria. Tierra dura, esa de los cántabros. El historiador Adolf Schulten ya escribió un clásico (Los cántabros y astures y su guerra con Roma) en el que trazaba la leyenda de una tierra agreste y de unos habitantes indómitos.

Tantos siglos después, quienes, junto con Ibarrondo, quisieron escalar esa pétrea roca de donde surgió el mayor imperio financiero español de todos los tiempos, vieron primada su labor informativa y crítica hacia los múltiples escándalos políticos y económicos de la comunidad autonóma, con un rosario de querellas, presentadas por capitostes del PP, que llegaron a alcanzar la demanda de indemnizaciones por valor de más de 600.000 euros. Una de ellas, la que por un supuesto atentado a su honor presentó el ex-secretario general del PP cántabro Carlos Sáiz (también miembro directivo de Caja Cantabria), fue tomada en consideración por la jueza Laura Cuevas, quien apoyándose en argumentos bastante peregrinos endosó al semanario La Realidad, dirigido por Ibarrondo, una indemnización a Sáiz por más de 128.000 euros. El semanario, evidentemente, cerró, a pesar de que una revisión posterior de la Audiencia Provincial de Santander dejó la cosa en 12.000 euros. Y es que un semanario de esas características no podía hacer frente ni siquiera a los dos kilitos que le endosaron.

Para más INRI, a Patxi Ibarrondo, quien de resultas de todo ese proceso desarrolló una enfermedad nerviosa que le convirtió en inválido laboral, los jueces le han embargado la pensión de invalidez para responder a la parte que, como director, le correspondía en la responsabilidad adjudicada por la jueza en el pago de las indemnizaciones.

Y es que las Romas de hoy en día ya no luchan con lanza y espada, a cuerpo más o menos descubierto. Ahora se dotan de sus propios guerreros encubiertos, agazapados en los pasillos de cualquier sede oficial, sea un Juzgado o una Consejería.

Les dejo al final unos enlaces para que se enteren mejor de todo esto y para que lo hagan saber a sus amistades. Es muy fuerte.

Y, por favor, siéntanse con plena libertad para dedicar, en la intimidad de sus pensamientos e incluso en ambientes igual de discretos pero más amplios, la más sañuda colección de insultos a cuantos protagonistas de esta hsistoria consideren adecuado.

Enlaces:
http://www.otrarealidad.net/#
http://www.vientosur.info/articulosweb/textos/home.php?x=1854
http://www.javierortiz.net/jor/apuntes/santander-basta-ya
http://www.elmundo.es/papel/2007/05/22/comunicacion/2126488.html
http://www.periodistas-es.org/pes/artigo.asp?cod_artigo=1199
http://www.iarca.net/textos/index.php?x=2569
http://www.vientosur.info/articulosweb/textos/home.php?x=105

Comentarios

Fougère ha dicho que…
Es increible. Añado el vínculo en mi blog.
AF ha dicho que…
Gracias, Sheba, realmente es increible.
Anónimo ha dicho que…
Indignante hasta la naúsea el atropello que sufrió "La realidad" y el hostigamiento que aún sigue padeciendo Ibarrondo.
Enhorabuena por difundir esta denuncia en la blogosfera. Es preciso que cuanto menos la gente del resto de España sepa la podedumbre que se oculta en Cantabria, lugar donde si uno cecha un vistazo a la "prensa oficial" parece que todo fuera una catetil armonía.
En esta comunidad autónoma las pasarelas entre lo público y lo privado son escandalosamente numerosas, y hay que seguir denunciándolo.