De Bilbao, del mismo Bilbao...

Está acostumbrado, por lo visto, a pasarse un pelín de rosca (ya saben, el celo de los conversos) para ser mejor admitido como vasco-vasco, cosa que no es. El señor Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal española, participó en la bronca colectiva que la iglesia católica le dio recientemente a Jon Sobrino, miembro de la famosa Teología de la Liberación (una especie de corriente interna que nunca quiere dejar el partido-madre) y vasco de nacimiento. Lo de querer ser reconocido como vasco le vendrá, supongo, del hecho de llevar ya un tiempecito siendo obispo de Bilbao.

Y este hombre, que llega a decir que Jesús "Pudo haber nacido en Bilbao, rico. Pero nació en Belén, pobre", se atreve a recomendar humildad a Sobrino. Que igual hasta es del mismo Bilbao.

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