Condening
De todos es conocida la pasión que las condenas levantan en esta España de nuestros pecados. Lo primero que cualquier político correcto y bien educado hace nada más levantarse por la mañana, es explorar atentamente los diarios en busca de acciones u omisiones que condenar. Se han dado casos de diputados que, al pretender explicarles sus esposas la marcha no muy halagüeña de sus hijos en el colegio, han levantado inmediatamente la vista del periódico y han emitido una firme condena del hecho. Ante el estupor de su mujer, naturalmente, que no esperaba reacción tan varonil y mesurada.
Para solaz de sus señorías, ayer tuvieron una oportunidad más para condenar algo, en este caso el atentado con explosivos contra un vehículo español en Líbano. No ha quedado registrada la imagen de las y los diputados tras la emisión de la condena, pero es de suponer que sus pechos se elevaron varios centímetros, henchidos por el orgullo de pertenecer a tan noble cámara de condenadores profesionales.
Sin duda los familiares de los soldados muertos apreciarán en lo que vale la firme condena de los habitantes del Congreso de los Diputados.
Por cierto, ¿ninguna diputada ha pensado exigir de una vez que se termine con la ofensiva marginación implícita en el hecho de que el Congreso sea de los diputados y no de las diputadas?
Para solaz de sus señorías, ayer tuvieron una oportunidad más para condenar algo, en este caso el atentado con explosivos contra un vehículo español en Líbano. No ha quedado registrada la imagen de las y los diputados tras la emisión de la condena, pero es de suponer que sus pechos se elevaron varios centímetros, henchidos por el orgullo de pertenecer a tan noble cámara de condenadores profesionales.
Sin duda los familiares de los soldados muertos apreciarán en lo que vale la firme condena de los habitantes del Congreso de los Diputados.
Por cierto, ¿ninguna diputada ha pensado exigir de una vez que se termine con la ofensiva marginación implícita en el hecho de que el Congreso sea de los diputados y no de las diputadas?
Comentarios
El caso es que las condenas sirven únicamente para "mostrar" la "altura moral" que se supone debe tener un político, vease condenar actos de terrorismo, violencia doméstica y demás, yo ni lo veo mal ni bien, veo una condena más eficaz medidas contra el terrorismo y medidas contra la violencia de género, eso para mi es una verdadera condena a la par que una verdadera solución.
¡Condenación! ¡Vaya tropa...!
En cuanto al cambio de denominación de nuestro parlamento me opongo virulentamente, se empieza pidendo al congreso que diga putadas, hasta ahora decía gran cantidad de chorradas, y las terminan haciendo. Y por lo de Congreso de las Hazputadas no estoy dispuesto a transigir. Yo más bien propondría Asamblea de los Sovietsde ciudadanos y ciudadanas del Estado Español, me parece más serio.
Besitos
Y propongo cambiar ciudadanos /as por trabajadores y trabajadoras.
De risa, si no fuera "pa llorar".