ETA duda de la eficacia de Batasuna

Creo que hay que dar la razón al PSOE y al PNV en lo que vienen a decir en su respuesta a la entrevista a miembros de ETA publicada ayer en Gara: Batasuna no va a poder participar en las elecciones de mayo por culpa de la tutela de la propia ETA. Y esa respuesta es especialmente adecuada en estos momentos, en que la organización terrorista parece haber cogido el timón de las reivindicaciones ante el Estado español movida, sin duda, por la creencia de que los dirigentes "civiles" no están sabiendo hacerse con la situación.

Se equivoca ETA. Se equivoca doblemente, en primer lugar porque no es que dirigentes como Otegi y compañía no sepan cómo llevar al Gobierno a un terreno más favorable para los terroristas, sino que no hay forma de hacerlo con quien sabe que tiene la mayor parte de las bazas en sus manos. Y el Gobierno lo sabe. En segundo lugar, porque ETA demuestra, con esta incapacidad de reconocer el fin de su estrategia, que no tiene otra. Creen los etarras que tantos años y tantos presos después del comienzo de la lucha armada, debe desembocar en un final más aceptable para ellos. Pero las cosas no son así. Se separaron hace demasiado tiempo de la línea que separa lo aceptable de lo que no lo es, y desde entonces ya no tienen a quién pedir que les eche una mano. La izquierda más radical, que en su día se mostró (nos mostramos) más comprensivos y más dispuestos a ver la cara justa de la lucha independentista, ni siquiera ahora se quiere desmarcar en el tema de la renuncia a la violencia. Todo el mundo lo exige, y ETA no quiere hacer esa renuncia de manera consecuente, porque cree que sin la violencia no va a sacar nada en limpio.

Y es cierto, si por "algo en limpio" se entiende cualquier cosa que se pueda vender como un triunfo. ETA no puede ya triunfar, en el sentido que ella consideraría tal triunfo. Lo que puede es aplicar una estrategia y una filosofía muy militar (algo que tanto les gusta) a su situación y planear una retirada ordenada en lugar de una desbandada. Los dirigentes de Batasuna han armado un plan que ofrece ciertas posibilidades, pero han de saber (ETA ha de saber) que ese plan sólo puede ser tomado como objeto de debate si se descartan definitivamente los objetivos y las aspiraciones que obligan a ETA a mantener la violencia.

Sin embargo, ETA puede seguir matando y puede hacerlo, en mayor o menor escala, con mayor o menor coste en efectivos, más o menos frecuentemente, durante mucho tiempo. Me resulta macabro e improcedente intentar hacer un cálculo de cuántos muertos podría costar aún deshacerse de ETA por la vía policial a secas. Y eso sin contar el resto de los efectos indeseados de la violencia que no son exclusivamente las muertes. Y sin contar tampoco con las posbilidades de surgimiento de otras organizaciones armadas en un futuro que pudieran sentirse tentadas de "recoger el testigo" de ETA.

Y éste es el campo de responsabilidad del Gobierno. Comprendo que la tendencia al diálogo puede provocar un desgaste electoral. Comprendo que es duro avenirse a buscar líneas de rebaja de la tensión y de apertura de canales de diálogo cuando se piensa que se tienen en la mano los hilos suficientes para, tirando de ellos, hacer caer al enemigo. Pero la elección reúne demasiadas consecuencias nefastas en el platillo de la solución exclusivamente policial.

Estoy firmemente convencido de que las decenas de miles de votantes de opciones abertzales en Euskadi y, en menor medida, en Navarra, no pueden ni deben ser contempladas como enemigos en el mismo nivel que ETA. Incluso estoy convencido de que, hoy por hoy, sectores importantes de dirigentes de Batasuna tampoco pueden ser asimilados automáticamente a ETA. Hoy existen condiciones aparentes lo suficientemente claras para apostar por separar el grano de la paja y atraerse al primero aislando a las segunda. Sólo podrá hacerse esto con alguna forma de diálogo y negociación, porque esa otra parte conserva una fuerza suficientemente apreciable como para no poder pensar en exigirles como única salida la rendición pura y dura.

Comentarios

Imperialista ha dicho que…
Conmigo que no cuenten, don AF. Todo lo que no sea entrullarlos son ganas de perder el tiempo: abrir vías, tender cauces, diálogo... ¡¡¡puaaggg!!!

Nada, nada, sigan ustedes con la matraca.
Maripuchi ha dicho que…
Una pequeña puntualización, abertzale significa nacionalista. Por lo tanto, votantes abertzales son todos aquellos que lo hagan en Euskadi a partidos nacionalistas: PNV, EA, Aralar, etc.

En cuanto a lo demás. Yo soy firme partidaria del diálogo. Es la única manera de solucionar las cosas.
Anónimo ha dicho que…
Todo aquel que niegue el dialogo, o crea que este consiste en pedir y no entregar, no quiere demasiado la paz.

Saludos
J. G Centeno ha dicho que…
Sabe ud. bien don Antoñito, que cuando uno cruza su particular Rubicón la vuelta a atrás es complicada, pero posible, el propio Cayo Julio pudo licenciar a sus legiones una vez traspasadas las aguas del río, y no quiso hacerlo, porque se sabía en una posición ganadora. ETA hace ya tiempo que apostó por continuas huidas hacia adelante, y su vuelta atrás se me antoja complicada, pero ETA, los militantes armados, son una minoría muy minoritaria, perdón por el pleonasmo redundante, dentro de la izquierda "abertzale", de la que, es verdad, se nutre idelógica y numéricamente. Si esta izquierda "abertzale" da pasos en la dirección de utilizar las vías políticas, en lugar de las acciones armadas, lo inteligente, creo yo, es no poner trabas en las ruedas, y en este sentido, que ASB hubiera podido presentarse a las elecciones, hubiera facilitado ese proceso de integración en la vida política normalizada. Pero el gobierno se ve presionado por gente que piensa como don Impe. ¿Entrullamos a una quinta parte de la sociedad vasca?
La represión haría más fuerte a ETA.
Imperialista ha dicho que…
Pues no estaría mal, don Centeno, no estaría mal, los del Pnv al talego. ¿Tan influyentes cree que somos, siendo una minoría tan chiquitita -nueve frente a quince- como para marcar el rumbo de la nave zapatera? Voy a sujetar el ego que se me escapa.

¿La Paz? Eso cantamos en misa -paaaz en el cieeeeelooooo, paaaz en las alturaaaas (no disimulen que se la saben). ¿Han visto ustedes Mars Attacks, la peli de Tim Burton? ¿Recuerdan la escena en el desierto en el que el general negro recibe al embajador marciano? ¿Recuerdan como acaba? Pues sigan ustedes con la matraca del diálogo.

Aunque esa película tiene otra escena decacharrante: en el pueblo del asilo de la abuela del vendedor de donuts los marcianos mientras achicharran a todo humano viviente portan el aparato traductor marciano-cristiano que no cesa de exclamar "No huyáis, venimos en son de paz". Manden ustedes una delegación a entrevistarse, no sé, con el paraguero de Otegui, por ejemplo.
AF ha dicho que…
¡Qué cinéfilo me sale, don Impe! Sólo veo una pequeña diferencia entre la situación con respecto a ETA y la que usted recuerda de "Mars attack!": los marcianos venían con armas muy superiores, mientras que en Euskadi, la superioridad está abrumadoramente del lado de la policía y el Estado.

No tema, no hay peligro...
Imperialista ha dicho que…
Sí, pero recuerde como derrotan a los marcianos: ¡con discos del Lluis Llach de Missouri!
AF ha dicho que…
Aquí tenemos a Leonardo Dantes... pura arma biológica.
AF ha dicho que…
Vea usted, don Impe, vea usted aquí el arma biológica en plena actuación, y ya me dice si cree que ETA resistiría:

http://www.youtube.com/watch?v=HCTZkKQRRf8