Dos minutos sin parar de reir
Miren ustedes, déjense de hostias y, si quieren reirse sin parar durante el par de minutos que dura leer esto, pues pulsen y lean Acero bolchevique.
¡Javi, desgraciao, que casi me atraganto...!
¡Javi, desgraciao, que casi me atraganto...!
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