A tapar la calle
Ahora son las flores "espontáneamente" depositadas en la plaza de la República Dominicana de Madrid. Son recordatorios a las víctimas de un atentado de ETA, adjudicado a De Juana Chaos, en los años '80. Son protestas por la prisión atenuada dictada para el etarra. Si sólo fueran eso, me merecerían el máximo respeto, sin más comentario. Pero es que la nota que pide esa manifestación "espontánea" dice también otras cosas: "Zapatero dimisión", por ejemplo. Nada que ver con el desacuerdo con una decisión basada y apoyada por la judicatura. Es otro montaje del PP.
Y todos los montajes del PP van a parar al mismo sitio: a la calle; al feudo de siempre de la izquierda. Y la izquierda, ausente, salvo contadas y preparadas ocasiones. ¿Es que se siente cómoda, la izquierda? ¿Es que creemos que estas continuas movidas no tienen un precio? ¿Es que de verdad pensamos que no hay mentes que están siendo ganadas a base de verborrea, demagogia y malas artes por parte de la derecha? Pues si creemos todo eso -lo he dicho ya mil veces-, estamos en un error y lo pagaremos muy caro más temprano que tarde.
Hay que disputarles la calle y hay que sacar de nuestras vísceras el recuerdo de que, cuando una parte importante de la población, que además tiene detrás suyo buena parte del poder en la sombra, está decidida a disputar el poder legítimo al resto, por la vía que sea incluida la violenta, no se puede hacer descansar la defensa del Estado de derecho exclusivamente en unas fuerzas policiales o en un poder judicial que tienen sus propios caminos y ámbitos, pero que no actúan socialmente.
Y es en la sociedad, en el conjunto de ella donde hay que disputar con uñas y dientes. Es ahí, donde no llegan (ni deben llegar) jueces ni policías, donde debe elevarse la estatura de la auténtica política. Es ahí donde los sindicatos y los partidos de izquierda, las organizaciones sociales defensoras del Estado de derecho y partidarias de una sociedad progresista, las personas a título individual, debemos dar la cara, asumir nuestras propias responsabilidades y ponernos en plena calle, serenamente si es posible o de cualquier otra forma si es necesario y nos obligan, delante de esa masa de gente que se avecina con cuchillos y pistolas en las manos y en la sobaquera. A pararles los pies a quienes gritan enfervorecidos que si hay que luchar están dispuestos a ello, y a quienes ya están quemando sedes del PSOE.
Es revelador que treinta años después de que la escribiera, sea tan actual la letra de una canción de Pablo Guerrero, "A tapar la calle":
A tapar la calle
que no pase nadie
que vista de negro,
que lleve pistola,
que hable de la guerra
y beba Coca-Cola,
a tapar la calle.
A abrir la calle,
que pase la gente
que vista de flores,
que beba aguardiente,
que va hablando sola
y pinta en las paredes,
a abrir la calle.
A tapar la calle,
que no pase nadie
que no tenga dudas,
que vaya con prisas
y tenga señora
que le lava y le guisa,
a tapar la calle.
A abrir la calle
a las abuelitas
jugando a canicas
y a los niños malos
que cambian un duro
por dos perras chicas,
a abrir la calle.
A tapar la calle,
que no pase nadie
de los que han ganado
y nos han legislado
y nos han controlado
y nos han sermoneado,
a tapar la calle.
A abrir la calle,
que pase la gente
que nunca ha pasado
y los mal peinados
y el Señor Obispo
con su novia en triciclo,
a abrir la calle.
A tapar la calle,
que no pase nadie
que viva de alguien
con casa de loro,
que vaya montado
sobre el as de oros,
a tapar la calle
A abrir la calle,
a tapar la calle,
a vivir la calle,
a soñar la calle,
a tomar la calle...
Comentarios
Si todas las decisiones fueran tomadas por mayoría, la minoría no tendría porqué protestar y su acción debiera ser convencer con argumentos para lograr ser una mayoría.
En las pancartas sólo caben ideas muy cortitas, la mayoría de las veces tan groseras como la letra con la que están escritas.
El verdadero lugar de la izquierda debe ser donde se cuecen las ideas, donde se habla y se escribe. En la calle sólo se grita, y se grita al unísono.
Las manifestaciones son una rebeldía cuando se considera (como con la Guerra de Iraq) que no se gobierna según los deseos de la mayoría.
Le noto un poquito falto de forma. Y un poco anticuado, con citas tan ñoñas como esa de Pablo Guerrero. Si ustedes ya no salen a la calle nada más que para ir al Carrefur.
Estoy absolutamente en desacuerdo con usted. La "visibilidad" es un elemento importantísimo de cualquier idea, como bien descubrió la publicidad hace muchas décadas. Es, por tanto, deber ineludible de cualquiera que luche por unas ideas, hacerlas visibles.
Los foros en que es posible debatirlas son, evidentemente, otros que no la calle. Pero aquí no se trata de debatir, sino de defenderse de una agresión basada en sensaciones. La derecha se manifiesta profusamente porque así consigue dar la sensación de que hay un clamor social a favor de lo que ella plantea y en contra del Gobierno.
Ese falso clamor cala hondo en mucha gente que, a priori, no está definida políticamente ni hacia un lado ni hacia otro, pero en la que pesa mucho lo que cree que piensa la mayoría. Y puede confundir fácilmente a la mayoría con quienes más gritan.
Imperialista:
Bueno, también salgo para ver los partidos del Real Madrid y Atleti, ésos que acaban en empate injusto, que sabe más rico.
Aparte de eso, me refiero a las continuadas manifestaciones del PP y la AVT en las que cada vez más gente clama por una nueva guerra civil. Que son, por si no las identifica usted, todas las que se producen convocadas por las mencionadas fuerzas.
Por lo demás, yo siempre he tenido esa vena un poco ñoña aunque no lo demuestre habitualmente. Me gusta. Si alguna vez le hace ojo, le cedo la letrilla (por lo del obispo con la novia en triciclo...).
Y, otra vez en serio, le contesto un poco más seriamente cuando me haga usted algún comentario más serio.
Abrazos.
Podría también utilizar esa de pumpum, ¿quién es? aaaaabre la muralla. Es igual de ñoña pero confieso que Ana Belén estaba de buen ver.
Tampoco hay que ponerse así porque cada dos sábados nos dé por manifestarnos por ahí. Es un sano ejercicio democrático protestar contra lo que no nos gusta de este gobierno que es mucho, como puede verse. Hace algún tiempo lo hacía la izquierda y ninguno de ustedes parecía estar ni descontento ni preocupado. Es lo que tiene apoyar al que gobierna, sobre todo cuando está errado -¿o será herrado?.
Un saludo. El sábado a las 17 en la manifa y a las 22 animando al Barça para que le meta tres al trampa$, ayudado por el árbitro para que sea aún más divertido.
No me preocupa que se manifieste la derecha, ni mucho menos que lo haga contra la política del Gobierno, sino, como usted muy bien sabe, que aparezcan sistemáticamente en estas manifestaciones, por parte de participantes anónimos, pero también de dirigientes convocantes de las mismas, alusiones a desbancar a este gobierno por cualquier medio, insultos llamando terrorista al presidente del mismo, afirmaciones en el sentido de que el resultado electoral de marzo de 2004 fue un robo y que el actual gobierno es ilegítimo...
Todo eso forma un panorama pregolpista claro. Son cosas de las que no se puede esperar que, una vez dichas, no signifiquen nada ni tengan nada detrás. Si se dicen es porque hay determinada disposición tras ellas.
Insisto: la derecha (usted verá hasta qué punto se incluye en ella) está jugando a levantar a la mayor cantidad de gente posible no contra un gobierno, sino contra una ideología. Y está permitiendo que en ese trance se utilicen llamamientos a una guerra civil.
Los resultados de ello, si llegaran a ser los que espero que no sean nunca, caerán sobre las conciencias de todos cuantos hayan animado esta farsa, pero también sobre las de aquellos que pequen por omisión a la hora de ponerles freno.
Desde luego, si algo queda claro es que el centro lo han abandonado para acercarse a Fuerza Nueva. O se han quitado la careta de una vez y se descubre el viejo rostro de la derecha española.
De hecho, llevo años preguntándome por qué últimamente los que se manifiestan, los que practican el populismo, son las derechas (es inaudito).
Porque bases no faltan ... dónde están nuestros líderes? (creo que ésta es la pregunta, más bien)
Las ideas hay que comunicarlas, debatirlas pero...hacerlas "visibles"? Al hacerlo las degradamos, pues tenemos que simplificar su mensaje.
No estoy a favor de las manifestaciones a no ser extrictamente necesario (de nuevo, la guerra de Iraq).
La estrategia de crispación que está llevando la derecha no se soluciona añadiendo más crispación, ni sacando gente a la calle. Muy al contrario, se contrarresta con serenidad, moderación en el discurso (en el tono, no en el fondo), cortesía...
Disculpe, pero la llamada a recuperar la calle me recuerda a una competición de "a ver quien los tiene más grandes".
Las razones no las miden los chicos del manifestómetro, viendo quien saca más gente a la calle.
Creo que a la miseria moral de la derecha, haciendo de cualquier tema combustible para incendiar Ferraz, hay que contestarle con superioridad moral e ideológica.
Con voz sosegada e ideas bien tejidas. De esas que no caben en una pancarta...
Particularmente, creo tener ya sobre la derecha (especialmente sobre la de aquí) esa superioridad moral de la que habla. Pero las superioridades morales ¿ante quién las hace uno valer? ¿Basta con hacerlo ante uno mismo? La política no es filosofía, no sólo.
La manida frase de "no sólo hay que vencer, también hay que convencer" me parece de perlas. Pero llamo la atención sobre el hecho de que en política se juegan más cosas que no el mero convencimiento. Gracias a o por culpa de la política muere gente, se queda gente sin vivienda o sin trabajo y muchas otras cosas más.
Dar visibilidad a las ideas no equivale a montar un circo en torno a ellas; es una forma de decir que hay que transmitirlas masivamente, o no adquirirán la capacidad de ser y hacer política.
Tras el debate y el convencimiento, debe estar la propuesta de acción política. Cuando ello es posible porque de manera muy amplia una sociedad acuerda que así sea, esa acción política puede desarrollarse a través de instituciones como el Parlamento. Pero sólo si hay una voluntad muy amplia de que así pueda ser.
Ningún Estado democrático puede sobrevivir si pretende enfrentarse a un golpe de estado con las solas armas del debate y las ideas. Quien provoca y realiza el golpe ya ha decidido pasar de las ideas. Un golpe de estado es eso: imponer la voluntad por encima de las ideas.
Un fuerte abrazo.
En las manifestaciones se profieren gritos contra el gobierno, excesivos si usted quiere y no pasa nada más. Le recuerdo a usted que si en las del Pp se identifica a Zp como tibio con los terroristas si no cómplice, en las de la guerra de Iraq se identificaba a Aznar con un asesino. ¿No recuerda usted aquellas imágenes con las fotos de los diputados del Pp y debajo el rótulo de "Asesinos"? ¿Era pregolpismo? ¿Estábamos como en el 34 o en el 36? Ande y aguante el chaparrón, que es lo que toca. Y si quiere el 17 sale en el aquelarre de Iraq, que allí no habrá pregolpistas.
Y sí, son ustedes superiores moralmente, dónde va a parar comparado con la derecha. Mucho más, mucho más. Muchísimo más. Es esa superioridad que convierte una cesión al chantaje de un asesino en una imagen de fortaleza del Estado de Derecho. Yo de su moral, perdóneme, no quiero saber nada.
Lo que yo no veo oportuno es contraponer a las manifestaciones contra el gobierno, otras manifestaciones pro-gubernamentales.
Que no salgamos a la calle no quiere decir que no existamos.
Es tan simple como que no me parece correcta la estrategia de movilización ciudadana. Yo creo que la mayoría de los ciudadanos nos agradecerán que añadamos un poco de sosiego al discurso, en vez de que salgamos a la calle a vociferar consignas.
Aunque sólo sea para que el día que lo hagamos, sea por razones muy importantes como para que se nos oiga.
Porque salvo los descerebrados que sintonizan la COPE...¿alguien se toma ya en serio el ritmo de manifestación semanal que lleva el PP?
Los ciudadanos quieren ideas. A ser posible, narradas en tono amable, no gritadas desde un altavoz.
Creo que tenemos ideas, alternativas, propuestas que ofrecer a la sociedad. Pensemos cómo hacerlas llegar de forma eficiente...
O dicho de otra manera: hay que recuperar el gobierno COMO SEA y al PRECIO QUE SEA. Y si encima, el PP no denuncia ni se desmarca de la extrema derecha, porque le es util para crear un determinado clima y les da votos, no se extrañe que algunos veamos la dereiva del Pp con preocupación.
No vea fantasmas donde no los hay. Si lo que usted pretende es que andemos todo el día diciendo que no somos de extrema derecha va dado, pero no por que lo seamos, que no lo somos, sino porque no tenemos nada que hacernos perdonar por ello.
si lo que ustedes quieren es que estemos todo el santo día diciendo
QUE ETA ES UNA BANDA TERRORISTA ASESINA, QUE A DE JUANA SE LE HA ATENUADO LA PENA DADA POR ESCRIBIR UNOS ARTICULOS, QUE LA IZQUIERDA ESTA AL LADO DE LAS VICTIMAS, QUE COMBATIMOS TODAS LAS FORMAS DE VIOLENCIA...
...pues sí, se lo digo, hoy, mañana y el 17, sin problemas...no porque no se dé por supuesto, sino porque me alegro y me satisface que la izquierda no se acompleje al decir lo que siente y piensa.
Quizás es esa moral que el amigo Antonio dice,no sé...
Saludos a todos.
Su solo escándalo ante la idea de pasar por golpista me satisface y le honra. Estoy de acuerdo con usted en que la tensión política y los insultos no es la primera vez que se dan, y que los políticos del PP los han soportado muchas veces. Pero es que ahora no hablo yo de insultos (algo que, aunque en general hay que evitar, debe reconocerse que forma parte del juego sin que deba llamar a escándalo si no se pasa de ahí), hablo de quema de sedes. Claro que la kale borroka ha quemado sedes del PP... y del PSOE. Esos van por su lado.
Dese cuenta de una vez, don Impe: en sus manis se cuelan demasiados fachas-fachas, de camisa parda e insignias nazis, de símbolos franquistas y barra de hierro o cosas peores bajo la camisa. Quizas empezaron siendo un elemento folclórico, pero como bien narra don Daniel Isaac en su blog (http://lacuevaazul.blogspot.com/2007/03/logistica-para-el-2008.html), poco a poco se van adueñando de esa manifestaciones. Ya me imagino que en ellas habrá mucha gente que honradamente cree que Zapatero está metiendo la pata, que está muy cabreada con eso y que quiere protestar por ello, sin más. Pero a su lado están creciendo exponencialmente quienes quieren ir más allá, al otro lado la raya que separa lo legítimo y legal de lo ilegítimo e ilegal.
Mendigo:
Aclarado. Particularmente, me parece que durante los últimos treinta años ha sido el momento de hablar tranquila y suavemente a la gente, de explicarle ideas sin gritos. De hecho, las manifestaciones fueron apagándose al mismo ritmo que los gritos que en ellas resonaban.
Y ahora estamos aquí. Y que estemos donde estamos después de treinta años de tiempo para explicar pausada y sosegadamente, debe hacernos pensar. ¿Por qué ahora, casi de repente, se pone levantisca una parte muy grande de la sociedad? ¿Por qué esta crispación? ¿Es porque el presidente del Gobierno ha traicionado a las víctimas de ETA? La respuesta debe ser no, necesariamente, porque cosas iguales o peores que las hechas por Zapatero, las hizo Aznar antes y nadie de la derecha se puso como ahora se ponen. Descartado esto, queda sólo la teoría de la utilización de este tema como excusa para organizar una de no te menées e intentar derribar al Gobierno.
Si creemos en esta teoría, habremos de reconocer que con la gente que está alimentando esa campaña, no cabe el diálogo sosegado, pues no se trata de que tengan una venda sobre los ojos y que nosotros podamos quitársela. Se trata de una actuación consciente y voluntaria contra la que nada podrá el diálogo. No quieren dialogar con el partido en el Gobierno, quieren que se quite de ahí.
¿Entonces? ¿Qué foros quedan entonces para hacer política y no sólo para filosofar sobre ella? ¿Cómo haremos entonces la política? ¿Cómo lograremos que no nos quiten de las manos todos y cada uno de esos treinta años?
No me gusta la pelea, se lo aseguro, tampoco los gritos. Pero reconozco que puedo pelear y gritar como el primero si me soliviantan. Lo he hecho en otra época y creo que aún sería capaz de hacerlo. Ojalá encontremos un terreno en que sobren ambas cosas.