La poca importancia de Aznar

Cuál no será, supongo, la sorpresa de nuestro bienamado ex-guía espiritual de Occidente, el sapientísimo y emérito don José María Aznar, por tantos motivos merecedor del condado de las Azores, cuando haya leído que el fiscal de la Corte Internacional de La Haya, el argentino Luis Moreno Ocampo, contempla la posibilidad de enjuiciar en el futuro (con más datos y elementos, no crean que sólo con la poquita cosa que ahora mismo se sabe) a Georges W. Bush y a Tony Blair, pero no al propio Aznar.

Es un bofetón incalificable al buen nombre de nuestro compatriota, que ve ahora cómo sus esfuerzos por elevar a España (a todos nosotros, incluidos los españoles indecentes e impuros) a la categoría de gran potencia, son echados abajo por un señor para más inri argentino, con la ingratitud hacia la Madre Patria que ello conlleva.

Ni a la hora de ser juzgado conseguirá Aznar estar entre los importantes. Qué duro es ser tan pequeño.