La iglesia católica española pide guerra

De nuevo la iglesia católica vuelve a la carga tocando a rebato para que sus fieles cojan las armas y se rebelen contra el poder secular. De nuevo un portavoz de la Conferencia Episcopal anima a la desobediencia (él dice descaradamente que hay muchas formas de "bordear" la ley de Educación para la Ciudadanía). De nuevo llama a sus huestes, empezando por las profesionales de la enseñanza (en centros religiosos, se entiende), para que formen filas recias y marciales.

Sólo que ahora la obediencia está más cara que hace unas décadas. Ahora la FERE (la patronal de los colegios religiosos) se tienta el bolsillo mucho antes de enarbolar la cruz y la espada. Va a resultar que la FERE es más empresa que religiosa, y si ve que la obediencia a la Conferencia Episcopal española le puede costar las sacrosantas subvenciones (los conciertos), pues mira varias veces para otro lado y se hace la sorda antes de lanzarse a ninguna batalla.

Es un argumento que la iglesia católica debería comprender, ella que tantas bulas ha vendido por dinero. De hecho, es muy posible que lo que ande buscando es más una negociación al alza que un enfrentamiento real a muerte con el Estado.

Al tiempo.

Comentarios

Daniel Isaac ha dicho que…
Aunque ustedes ya sepan que a mi me causa cierta aprensión esta actitud de reconquista por parte de la derecha sacra y no sacra, dígame Atonio si todo esto, esta estrategia y esta manera de funcionar de la derecha de este país, no rezuma cierta cutrez...

Un aparte séría la actitud perdona vidas que han tomado...ese lenguaje de " españoleeees, os voy a devolveeeeeeeeeeeer la digniiiiiiiidaaaaaaad!!!!!" y ese tipo de cosas...
Uf, que asquerosidad...
RGAlmazán ha dicho que…
Pues sólo faltaba que les dieran más pasta. Ya me veo haciendo novenas para pedir lo suficiente para pagarles con mis impuestos.
¡Vade retro Satan!
Salud y República
Gracchus Babeuf ha dicho que…
Yo soy partidario de romper la baraja. Los udios, musulmanes y los protestantes se apañan sólos, sin cobrar del Estado. Y los ateos también!

Hay que derogar el Concordato.