La batalla mediática del PP

Seguramente a muchos les parezca raro lo que voy a decir, pero el caso es que a mí no me parece tan condenable el boicot decretado por el PP contra PRISA. Lo que me parecería mal sería que el PP movilizara sus contactos y recursos para presionar e intentar restar clientes de manera ilegítima a ese grupo empresarial o a cualquier otro. Pero decir que va a retirar sus campañas publicitarias de los medios que componen el holding, es lo más normal del mundo. ¿Acaso los partidos políticos tienen la obligación de repartir por igual sus inversiones publicitarias?

Tampoco la crítica de Rajoy a las palabras de Polanco me parecen fuera de lo habitual. Simplemente, el líder del PP sabe que Polanco es un enemigo formidable, y viendo que con esas palabras el dueño de PRISA le estaba declarando la guerra, ha decidido pisar él también todo lo fuerte que ha podido, como diciendo: "si quieres guerra, la tendrás". ¿Qué esperaba Polanco? ¿Que Rajoy se inclinase humildemente y fuera a pedirle perdón por la política seguida hasta ahora contra Zapatero?

La cuestión importante, en mi opinión, no está ni en la crítica ni en el boicot. La cuestión importante está en lo que estas acciones tienen de gesto. Es una manera de dejar claro que el PP no está dispuesto a rebajar tensión alguna, que considera que la estrategia política que está llevando es la adecuada (es decir, que es la que más frutos le está dando y le va a dar) y que tanto le da si los medios englobados en PRISA se ponen en contra suyo o no, porque él tiene también una cadena de medios a su disposición y la piensa hacer jugar.

Hace ya mucho tiempo que la batalla entre el PP y el resto de las fuerzas políticas (por mucho que todos nos empeñemos en reducir la cosa a un enfrentamiento entre dos, no es así; en el lado del Gobierno están casi siempre la práctica totalidad del resto de partidos) tiene más componentes mediáticos que propiamente políticos. No es posible pensar que se hace política exigiendo sólo aquello que uno cree que va a enmierdar al contrario, sin pararse a pensar si es lo que procede exigir. No se puede pensar que se hace política por el hecho de sacar a la calle a la gente pidiendo que no se entregue Navarra a los brazos del independentismo vasco, cuando tal posibilidad no sólo no se ha planteado, sino que además es radicalmente imposible que se dé. No se puede entender que se hace política lanzando el bulo de que el Gobierno ha liberado a un preso como De Juana Chaos, cuando directamente, sin más matices, es mentira. Eso no es hacer política, es poner titulares.

Y en el contexto de una batalla mediática, es lógico que Polanco haya pasado a convertirse en un enemigo tan significativo com el propio Gobierno. Y hay que hacer con él lo mismo, o equivalente, que lo que se hace con Zapatero: cargar contra él siempre, haya o no motivo ni ocasión.

Por su parte, Polanco tenía toda la razón cuando decía que una cosa es la objetividad y otra bien distinta la falta de criterio. La objetividad no consiste necesariamente en publicar la versión de dos contrarios, poniéndolas al mismo nivel. Si el periodista tiene elementos de juicio suficientes para hacerse su propia composición de lugar, para tener su propia convicción acerca de lo que es la verdad y la realidad y lo que no es más que una cortina de humo para ocultarla, entonces no tiene que limitarse a reproducir lo que dicen unos y otros, sino que debe decir a sus lectores u oyentes lo que ha visto, lo que de verdad ha visto. Es más, incluso tiene la obligación de advertirles de que alguien está intentando engañarles.

Lo contrario, lo que muchos hacen para no incurrir en las iras de los poderosos, es simplemente actuar de altavoces de éstos y de aquéllos, muchas veces indistintamente, otras veces deslizando en la información algún discreto elemento de apoyo a las posiciones de uno u otro.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿Y crees que no han movido los hilos para restar clientes?.No se no se
Anónimo ha dicho que…
Estoy bastante de acuerdo con el comentario. Aznar cambió de estrategia y una vez Álvarez Cascos fuera del gobierno intentó ganarse los favores de Polanco (vista gorda caso Antena 3 Radio, acuerdo plataformas digitales, etc.)y el pago ahí está: campaña Prestige, Campaña Guerra Iraq, 11-14 M, etc. Cierto que no es una batalla solo PSOE-PP, sino todos-PP (pacto Tinell, Cordón sanitario...) Es como lo de engañar a la mujer; si lo haces de vez en cuando, eres discreto y la sigues mimando en casa, probablemente no sospeche. Pero si es la engañas a menudo, no te molestas en disimular demasiado y la llamas "foca", por muy tonta que sea (como el PP) acabará dándose cuenta.

Creo que el Psoe ha forzado demasiado la máquina, siempre hay que recordar que la estrategia todos-PP, esos todos aparte del PSOE son simplemente I.U. y nacionalistas que no van a hacer crecer al PSOE, creo que los votos que pueda ganar por la izquierda los va a perder con creces por el centro electoral.

A estas alturas, hay que reconocer que la actitud del PP es lógica y no puede sorprender a nadie, se sienten acorralados y no tienen otra opción, ya se trata de una cuestión de supervivencia para ellos.
Anónimo ha dicho que…
Eso no es hacer política, es poner titulares. Justamente, a eso es a lo que se están dedicando. De eso hablábamos el otro día, de que han hecho dejadez de su responsabilidad de convencer con argumentos, y se dedican a poner titulares, las más de las veces con mentiras, y cuando no con manipulaciones indecentes.