Consejos para don Ricardo
Lo que ayer estaba convencido de que era un gol que un becario inexperto le había colado al jefe de redacción de Libertad Digital, me entero hoy de que se está convirtiendo en la manida bola de nieve que crece y crece... Este medio ha incluido en un editorial una referencia extensa al artículo de Ricardo Royo-Villanova en que habla de "entrullar y torturar" a los dirigentes del PP. En línea con ello, dos diputados del PP en la Asamblea de Madrid han sacado el tema en la sesión de hoy. Cuando la cosa pinta así es que campaña de acoso tenemos.
Y con ello he de mostrarme sorprendido. Los propios blogueros de derechas (muy de derechas, en muchos casos, a tenor de sus comentarios) que de forma habitual intervienen en los comentarios de los posts de don Ricardo, han seguido estos días ejerciendo su muy reconocido derecho a comentar sin pararse a sacarle punta a lo que ellos ya saben que no es más que ironía y sátira. Simio, Don Güevos, Sabiopelotas, Imperialista y otros muchos más no me dejarán por mentiroso en este tema (ni en otros, espero).
Yo creo que don Ricardo debería abrir una suscripción pública para financiar una querella por difamación contra Libertad Digital a causa de esta persecución. Porque lo que hacen es difamarle poniendo en su pluma las palabras que ponen, pero con carácter de directas, francas y serias, desproveyéndolas de la vena satírica que tienen. Y puede demostrarse que la tienen. Yo me dirigiría a las facultades de Periodismo y pediría a los expertos que en ellas habitan, un dictamen sobre la bitácora "A sueldo de Moscú", sobre la condición irónico-satírica de sus comentarios y su tono general. Y pediría a aquellos académicos de la lengua que quisieran hacerlo, una opinión autorizada sobre si la prosa de Royo-Villanova (dejando aparte su calidad literaria, que no estaría puesta en tela de juicio) es eminentemente irónica o no.
Y con esos dictámenes, me iría al Juzgado de guardia e interpondría la querella. Les demandaría por unos cuantos millones y ganaría el juicio, cobrando rápidamente la cuantía a que viniesen obligados a pagar los malandrines de LD. Posteriormente, pero no mucho, me apresuraría a citar a todos mis amigos de la blogosfera y de lo que no es la blogosfera y les invitaría a angulas (aunque no sea la época) y a solomillo sin límite de cantidad, comenzando tan suculenta comida con un brindis con cava, continuando con un repertorio de Blanc de blancs y Somontano (si no es que se encuentra milagrosamente unas botellitas de Viña Ardanza del 82, que va a ser que no) para terminar con orujo casero o, en el otro extremo del arco, armagnac refinado.
Finalmente, ahítos ya, me dirigiría en manifestación (o en procesión, si el estado de las tripas impedía mayor combatividad) hacia la sede del PP y les haría entrega de una invitación a realizar cuantas huelgas de hambre de 115 días sean capaces de realizar, con la promesa de que, si llegan a cumplir ese plazo (aunque sea comiendo algo a escondidas y metiendo la tripa para la foto), me afiliaría a su partido, abominaría del progresismo insustancial y chekista (que no chequista, que supongo viene más bien de "cheque") y me entregaría a una vida ascética alejada del mundanal ruido.
Pero eso es lo que yo haría. No sé si Don Ricardo...
Y con ello he de mostrarme sorprendido. Los propios blogueros de derechas (muy de derechas, en muchos casos, a tenor de sus comentarios) que de forma habitual intervienen en los comentarios de los posts de don Ricardo, han seguido estos días ejerciendo su muy reconocido derecho a comentar sin pararse a sacarle punta a lo que ellos ya saben que no es más que ironía y sátira. Simio, Don Güevos, Sabiopelotas, Imperialista y otros muchos más no me dejarán por mentiroso en este tema (ni en otros, espero).
Yo creo que don Ricardo debería abrir una suscripción pública para financiar una querella por difamación contra Libertad Digital a causa de esta persecución. Porque lo que hacen es difamarle poniendo en su pluma las palabras que ponen, pero con carácter de directas, francas y serias, desproveyéndolas de la vena satírica que tienen. Y puede demostrarse que la tienen. Yo me dirigiría a las facultades de Periodismo y pediría a los expertos que en ellas habitan, un dictamen sobre la bitácora "A sueldo de Moscú", sobre la condición irónico-satírica de sus comentarios y su tono general. Y pediría a aquellos académicos de la lengua que quisieran hacerlo, una opinión autorizada sobre si la prosa de Royo-Villanova (dejando aparte su calidad literaria, que no estaría puesta en tela de juicio) es eminentemente irónica o no.
Y con esos dictámenes, me iría al Juzgado de guardia e interpondría la querella. Les demandaría por unos cuantos millones y ganaría el juicio, cobrando rápidamente la cuantía a que viniesen obligados a pagar los malandrines de LD. Posteriormente, pero no mucho, me apresuraría a citar a todos mis amigos de la blogosfera y de lo que no es la blogosfera y les invitaría a angulas (aunque no sea la época) y a solomillo sin límite de cantidad, comenzando tan suculenta comida con un brindis con cava, continuando con un repertorio de Blanc de blancs y Somontano (si no es que se encuentra milagrosamente unas botellitas de Viña Ardanza del 82, que va a ser que no) para terminar con orujo casero o, en el otro extremo del arco, armagnac refinado.
Finalmente, ahítos ya, me dirigiría en manifestación (o en procesión, si el estado de las tripas impedía mayor combatividad) hacia la sede del PP y les haría entrega de una invitación a realizar cuantas huelgas de hambre de 115 días sean capaces de realizar, con la promesa de que, si llegan a cumplir ese plazo (aunque sea comiendo algo a escondidas y metiendo la tripa para la foto), me afiliaría a su partido, abominaría del progresismo insustancial y chekista (que no chequista, que supongo viene más bien de "cheque") y me entregaría a una vida ascética alejada del mundanal ruido.
Pero eso es lo que yo haría. No sé si Don Ricardo...
Comentarios
Salud y República (gastronómica en este caso)
Ah¡ Centeno, me alegra que utilice la marca "Salud y República" no le pienso cobras los derechos, tiene Ud. la venia.
Salud y República
Me apunto a la subscripción pública
Muga, Muga, Muga...