Un paso insuficiente pero prometedor
No he conseguido encontrar el texto completo de la propuesta hecha pública por Otegi y el resto de representantes oficiosos de Batasuna acerca de una autonomía política que incluyera, previa aprobación en referendum ciudadano en la actual Comunidad Autónoma Vasca y Navarra, a ambas comunidades en una entidad autonómica dentro de España.
A falta, por tanto, de poder saber con exactitud cuál es la propuesta, y guiándome sólo por lo publicado en algunos medios (1) (2), he de decir que me parece muy alentador saber que desde el campo del entorno de ETA hay movimientos y que, a pesar de su cantinela sobre la represión, son capaces de entender que hay que dar pasos.
La última vez que Otegi puso sobre la mesa una propuesta de alcance, dio lugar a que se abriera un proceso tendente a la negociación que trajo consigo diez meses sin atentados terroristas de ETA. La propia ETA se encargo, al finalizar ese plazo, de dejar claro que no le gustaba cómo marchaba ese proceso y cometió la enésima brutalidad a modo de "contrapropuesta" suya particular.
Ahora, en mi opinión, ha pasado demasiado poco teimpo como para que el Gobierno deba lanzarse a retomar iniciativas sólo sobre la base de esta propuesta. Pero, sin duda, su existencia demuestra que sigue habiendo posibilidades de atraer hacia la via no violenta a un sector importante del Movimiento de Liberación Nacional Vasco.
Yo creo que aparte de esta propuesta, Otegi y quienes están en su onda deberían encontrar la manera de dar un paso en el sentido que más puertas abriría de cara a retomar alguna forma de diálogo: la condena de la violencia como forma de actuación política. Si ese paso fuese dado, la propuesta que ahora hacen podría perfectamente servir de punto de partida (no necesariamente de punto final) a ese eventual diálogo.
Por algo se empieza.
A falta, por tanto, de poder saber con exactitud cuál es la propuesta, y guiándome sólo por lo publicado en algunos medios (1) (2), he de decir que me parece muy alentador saber que desde el campo del entorno de ETA hay movimientos y que, a pesar de su cantinela sobre la represión, son capaces de entender que hay que dar pasos.
La última vez que Otegi puso sobre la mesa una propuesta de alcance, dio lugar a que se abriera un proceso tendente a la negociación que trajo consigo diez meses sin atentados terroristas de ETA. La propia ETA se encargo, al finalizar ese plazo, de dejar claro que no le gustaba cómo marchaba ese proceso y cometió la enésima brutalidad a modo de "contrapropuesta" suya particular.
Ahora, en mi opinión, ha pasado demasiado poco teimpo como para que el Gobierno deba lanzarse a retomar iniciativas sólo sobre la base de esta propuesta. Pero, sin duda, su existencia demuestra que sigue habiendo posibilidades de atraer hacia la via no violenta a un sector importante del Movimiento de Liberación Nacional Vasco.
Yo creo que aparte de esta propuesta, Otegi y quienes están en su onda deberían encontrar la manera de dar un paso en el sentido que más puertas abriría de cara a retomar alguna forma de diálogo: la condena de la violencia como forma de actuación política. Si ese paso fuese dado, la propuesta que ahora hacen podría perfectamente servir de punto de partida (no necesariamente de punto final) a ese eventual diálogo.
Por algo se empieza.
Comentarios
Pero también es cierto que de nada vale llegar a acuerdos fuera de plazo. No vale hacerlo pasado el plazo, pero tampoco vale si es antes.
Quizás fuesen aquí necesarios los buenos oficios del innombrable as del espionaje mundial. ¡Vamos, niños, vamos todos a llamarle muy fuerte a ver si viene y nos ayuda!