La cobardía de Aznar

Leo en Las Provincias que nuestro ínclito José María Aznar tuvo ayer que cancelar una entrevista con una periodista norteamericana muy conocida porque preveía el ex-presidente que en el lugar donde se iba a realizar el encuentro iba a haber periodistas españoles. Naturalmente, Aznar dio por descontado -e hizo bien en ello- que los periodistas le iban a preguntar por el envío de policías españoles a Guantánamo durante su mandato.

Es un reconocimiento implícito el que ha hecho Aznar. Lo es de culpabilidad o lo es de cobardía. Probablemente de ambas cosas. Eso sí, se ha metido en un berenjenal importante, porque enviados de medios de comunicación españoles los hay en cualquier parte del mundo, y ahora todos ellos saben que durante un tiempo, "cazar" a Aznar y preguntarle por los viajes a Guantánamo es noticia segura. No pasará mucho tiempo, además, sin que periodistas de otros países se interesen también por la misma pregunta...

Es probable que la continuada estancia de Aznar en tierras extranjeras sea un calculado desahogo de cara a posibles y molestas citaciones judiciales para investigar actos , conductas, políticas, acuerdos que han llevado consigo decenas de miles de muertes, secuestros, tortura, prisión sin juicio... Todo lo relacionado con la firme voluntad del zarito español de tener una foto que enseñar a sus nietos: "mirad, hijos, aquí está el abuelito con Bush y Blair..."