Buscar (y no encontrar) otro lado al que mirar

Resulta muy sorprendente que una noticia como la aportada por El País ayer, sobre los viajes de policías españoles a Guantánamo, esté quedando inédita en otros medios de comunicación escritos. Ayer no aparecía ni siquiera una referencia a la noticia en ninguno de los diarios de más tirada, y hoy tampoco, al menos en portada. La comprensible reticencia a tener que reflejar una exclusiva de otro medio no justifica la falta de profesionalidad derivada del hecho de obviar absolutamente algo tan relevante como lo desvelado por el diario del grupo PRISA.

Pero mucho más sorprendente es la ausencia, primero, y la falta de respeto, después, de los dirigentes del PP que han sido preguntados por su opinión sobre esta noticia. En unos casos han alegado desconocimiento (¡desconocimiento de un ministro de Interior sobre viajes de policías para interrogar a detenidos en otros país! ¡Totalmente impensable!) y en otros, peor aún, han quitado relevancia al hecho desvelado, diciendo que tenían cosas más importantes en que pensar (Zaplana dixit).

Son dirigentes grotescos, porque de su actitud se pueden extraer multitud de chistes visuales con mucha mayor justificación que los que la derecha más casposa lleva años fabricando sobre Zapatero y sus ministros. Rajoy queda como un Jaimito de la política, alguien que constantemente es pillado en falta y que siempre, siempre, busca una excusa para evitar su castigo. Es la táctica de mirar siempre para otro lado cuando te ponen delante algo desagradable. La diferencia con otros casos es que estos del PP tienen cada vez menos lados a los que mirar sin encontrarse con la cruel y grotesca imagen de sí mismos.