A pesar de la guerra de consignas, 200.000 por la paz y contra el terrorismo

El éxito de la manifestación de esta tarde debe medirse no por lo que dicen de ella los medios afines al PP, sino por lo que no dicen. No pueden hablar de fracaso de asistencia, ni de falta de pluralidad en la participación... Tan sólo la inefable Libertad Digital (disculpen por no linkarlo, pero no lo puedo soportar) pretende dar la sensación de que la manifestación ha sido un acto de apoyo al Gobierno y de repulsa al PP.

En parte, tiene razón. En parte, porque en primer lugar y de manera harto manifiesta, la demostración ha sido un acto de repulsa al terrorismo, a la violencia y a ETA. Ha sido, en segundo lugar, una demostración de solidaridad y apoyo a las familias y allegados de los dos ciudadanos ecuatorianos asesinados. Y sólo en tercer lugar ha sido, para buena parte de los participantes (insisto: sólo una parte, aunque estoy seguro de que muy grande) un acto de repulsa al consorcio derechista.

A partir de aquí, creo que el sentido de la manifestación se ha dividido más entre distinto tipo de gente. Muchos (probablemente la mayoría) se han quedado en la expresión de las cuestiones mencionadas. Otros creo que han añadido un "¡no volvamos a hablar con ETA, metámosles en la cárcel sin mediar más palabras!". Otros más, habrán dudado ante esa firmeza y habrán pensado si no hay que guardar alguna puerta sin cerrar del todo para el momento en que ETA se apée del burro y abandone la violencia.

Rajoy, de ello puede estar bien seguro, ha perdido la oportunidad de dirigirse con sus argumentos a mucha gente que, caso de haber participado el líder del PP en la manifestación, le habrían escuchado. Pero, tal como decía hace un par de días, Rajoy es un pésimo político. Y lo es por la sencilla razón de que no está en política para hacer política, sino para gestionar sus intereses y los de sus amigos. Como Zaplana (¿recuerdan su famosa frase?) o como Acebes. O como Alcaraz, que da la sensación de haber encontrado en la AVT un chollo en el que colocar a su familia y allegados y sacar los cuartos a las víctimas.

Para mí, la buena noticia es que haya habido movilización, que se haya salido del estupor con que andábamos mirando cómo la derecha se adueñaba de la calle día sí, día también, con el mayor descaro y desvergüenza, soltando en sus consignas las mayores burradas y falacias, sin que nadie pareciese dispuesto a pararles los pies.

A partir de mañana, habrá que vigilar qué uso hace el Gobierno de este activo. Y también qué uso hacemos quienes, no siendo el Gobierno, estamos convencidos de que algo se debe hacer para sacar de plano a la derecha.

Comentarios

Daniel Isaac ha dicho que…
Gracias por el analísis!!
desde lejos, a 600 km, con la radio pegada a la oreja, se me erizaba la piel al oír los cánticos al fin sosegados y coherentes en una manifestación contra el terorismo.
Intento no ser un brusco y no meter a toda la derecha en un mismo saco, pero esta vez he de reconocer que les hemos dado una lección de ciudadania, civismo, y solidaridad.
BRAVO!
Anónimo ha dicho que…
Tiene toda la razón en cuanto a lo de la calle. Parecía que aquel grito de fraga "la calle es mía" nos había sacado de ella a los que la habíamos recuperado para todos.

Creo que le otroga demasiado mérito a Rajoy. A fin de cuentas, su problema es de supervivencia en el partido: tiene que ganar algo para poder seguir en política. Y ya ha hecho sus calculos electorales para seguir, al menos, en la partida, antes de que Espe se le coma con patatas en un banquete triunfal de relevo.

Coincido con usted en que hay que seguir vigilante con respecto al gobierno. No vaya a ser que también hagan cálculos electorales y hagan otra apuesta de dos en forma de pacto y dejen fuera al resto del arco parlamentario: sería un error incalculable. Pero hemos visto tantos...
RGAlmazán ha dicho que…
Coincido contigo. Ha sido todo un ejemplo que debe servir de activo a la política antiterrorista del gobierno. Que no se acobarden que no están solos. Y del PP, poco que decir, ya se ha dicho todo. Allá ellos, si no quieren unirse, que no querrán, hay que saltar el obstáculo y que no frene el proceso.

Salud y república