Los gestos también son importantes
No defiendo la política conocida como de gestos, porque siempre he tenido claro que lo importante en política son los contenidos, el fondo. Pero no dejo de reconocer que los gestos políticos siempre han tenido y tendrán un valor importante. Cuando Ronald Reagan decidió visitar España, con el gobierno de Felipe González, más de medio país se indignó por tratarse de quien se trataba, y las manifestaciones de rechazo al presidente norteamericano y su política reunieron a centenares de miles de personas en toda España durante varios días. Pero, siendo ésa la cuestión más relevante, no dejó de ser emocionante el gesto del entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, quien se negó a recibir a Reagan en el Ayuntamiento. ¡Igualito que lo que habría hecho hoy Gallardón...!
Ahora me entero de que Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia del actual gobierno del PSOE, canceló ayer una conferencia que estaba invitado a pronunciar en la Universidad Islamista de Riad (capital de Arabia Saudí), debido a la negativa de los administradores de dicho centro a permitir la entrada en el mismo de cuatro mujeres periodistas que acompañaban al ministro para cubrir la información. Las periodistas, todo hay que decirlo, habían intentado cumplir al máximo con elementales normal de cortesía y buena educación al acudir vestidas enteramente de negro y con las cabezas cubiertas, a fin de no parecer irrespetuosas con lo que podemos denominar "rasgos culturales específicos".
El respaldo a la decisión de la cancelación, obvia por otro lado, la da el ministerio de Justicia, lo cual da un valor añadido a la postura adoptada por el ministro, porque lo aleja de la consideración de un acto impulsivo personal y lo inserta en una política de Estado. En otras palabras, marca un precedente interesante. Una vez más, no quiero parecer algo que no soy: un fan del gobierno Zapatero, pero lo cierto es que ante la enormidad de la apuesta y el pulso que la derecha de este país está planteando, se hace difícil no destacar los detalles. Lo cortés no quita lo valiente.
Ahora me entero de que Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia del actual gobierno del PSOE, canceló ayer una conferencia que estaba invitado a pronunciar en la Universidad Islamista de Riad (capital de Arabia Saudí), debido a la negativa de los administradores de dicho centro a permitir la entrada en el mismo de cuatro mujeres periodistas que acompañaban al ministro para cubrir la información. Las periodistas, todo hay que decirlo, habían intentado cumplir al máximo con elementales normal de cortesía y buena educación al acudir vestidas enteramente de negro y con las cabezas cubiertas, a fin de no parecer irrespetuosas con lo que podemos denominar "rasgos culturales específicos".
El respaldo a la decisión de la cancelación, obvia por otro lado, la da el ministerio de Justicia, lo cual da un valor añadido a la postura adoptada por el ministro, porque lo aleja de la consideración de un acto impulsivo personal y lo inserta en una política de Estado. En otras palabras, marca un precedente interesante. Una vez más, no quiero parecer algo que no soy: un fan del gobierno Zapatero, pero lo cierto es que ante la enormidad de la apuesta y el pulso que la derecha de este país está planteando, se hace difícil no destacar los detalles. Lo cortés no quita lo valiente.
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