Santa Empresa Privada, virgen y mártir
Las cuatro y media de la tarde y no he comido. Producto de ello, pienso yo, me ha parecido oír en la radio a un alto ejecutivo de Air Madrid hacer unas pasmosas declaraciones en La Ventana: "¿de verdad cree usted, Gemma, que este lío lo ha montado Air Madrid?" Silencio espeso por parte de la periodista, igual que por mi parte, aunque el mío es un silencio más pasivo, más inerme.
Pues sí, este señor (no he conseguido quedarme con su nombre) llama para echar pestes del ministerio de Fomento porque ha "invadido una relación privada" entre Air Madrid y sus clientes, refiriéndose a unas octavillas que según el protocriminal ejecutivo difundió Fomento (no me imagino a un funcionario repartiendo en mano estos papelitos en Barajas, pero en fin...) en las que informaba de que "probablemente" iba a retirar la licencia a la compañía aérea, de forma que cada cuál se pensase si quería volar con ella. Y, claro, esto le parece raro al directivo, incluso le parece invasivo. Y le parece que fue la auténtica causa del desaguisado que las víctimas han sufrido.
¡Cuánto mejor estaría el mundo si las administraciones se abstuvieran de realizar ingerencias en la sacrosanta relación privada entre dos iguales, como sin duda lo son Air Madrid y un particular, llamémosle señor Cifuentes. Porque, ¿qué beneficio se deriva de esa ingerencia? No hay más que ver este caso: por culpa de ella, Air Madrid tuvo que cerrar sus operaciones unilateralmente, renunciando a estafar probablemente al señor Cifuentes, así como a los proveedores de la empresa, que al conocer la voluntad de Fomento de dejar sin licencia a la volandera compañía, se negaron a proveerle sus suministros si no era mediante pago al contado. Y, claro, eso no mola.
Pues esto es lo que los firmes defensores de la empresa privada defienden a machamartillo. Laissez faire y que cada cual se defienda como pueda.
Pues sí, este señor (no he conseguido quedarme con su nombre) llama para echar pestes del ministerio de Fomento porque ha "invadido una relación privada" entre Air Madrid y sus clientes, refiriéndose a unas octavillas que según el protocriminal ejecutivo difundió Fomento (no me imagino a un funcionario repartiendo en mano estos papelitos en Barajas, pero en fin...) en las que informaba de que "probablemente" iba a retirar la licencia a la compañía aérea, de forma que cada cuál se pensase si quería volar con ella. Y, claro, esto le parece raro al directivo, incluso le parece invasivo. Y le parece que fue la auténtica causa del desaguisado que las víctimas han sufrido.
¡Cuánto mejor estaría el mundo si las administraciones se abstuvieran de realizar ingerencias en la sacrosanta relación privada entre dos iguales, como sin duda lo son Air Madrid y un particular, llamémosle señor Cifuentes. Porque, ¿qué beneficio se deriva de esa ingerencia? No hay más que ver este caso: por culpa de ella, Air Madrid tuvo que cerrar sus operaciones unilateralmente, renunciando a estafar probablemente al señor Cifuentes, así como a los proveedores de la empresa, que al conocer la voluntad de Fomento de dejar sin licencia a la volandera compañía, se negaron a proveerle sus suministros si no era mediante pago al contado. Y, claro, eso no mola.
Pues esto es lo que los firmes defensores de la empresa privada defienden a machamartillo. Laissez faire y que cada cual se defienda como pueda.
Comentarios
Para unirme a su indignación le recordaré que los directivos de forum filatelia, claros estafadores, defendían que habían quebrado por la intervención del estado, que si no hubieran dado la voz de alarma habrían seguido siendo rentables como empresa y para sus accionistas, en fin, equilibios en el acero del capitalismo boraz.
Y ojo, que no exculpo yo a fomento de su parte de responsabilidad. Pero por timoratos y falta de celo.
Y en cuanto a ainhat, la precisión acerca de la edad la salva a usted de represalias de cuya naturaleza me asusta sólo pensar.