Por la ilegalización de la Audiencia Nacional
Los partidos que elaboraron y votaron la llamada Ley de Partidos están conculcando el Estado de Derecho en España. La Audiencia Nacional lo está conculcando también con la ilegalización masiva de organizaciones bajo la excusa de que son terroristas, cuando no lo son. ANV no es una organización terrorista, sino que se enfrenta a las decisiones judiciales anteriores que amordazan a terceras personas (las de Batasuna, o Herri Batasuna más anteriormente) a la hora de querer expresarse, buscando dar a aquéllas ese cauce de expresión que las instituciones (que son las que deberían garantizarlo) les niegan. El PCTV, lo mismo. La dureza e intransigencia que muestran los jueces con las declaraciones y actitudes de militantes y dirigentes de las organizaciones nacionalistas radicales, contrasta con la flexibilidad y exquisita capacidad de matiz con que analizan y juzgan las motivaciones de otros jueces. Ilegalizar a esas organizaciones no es un acto de lucha contra el terrorismo, sino de afianzamiento de un pilar importantísimo para el amordazamiento de la sociedad española en su conjunto.
Las organizaciones terroristas o aquellas que apoyen a los terroristas no tienen capacidad para conculcar el Estado de Derecho. Se mueven al margen de él y se enfrentan a él, luego pueden teóricamente vencerle (irrisoria posibilidad, en la práctica), pero no conculcarlo. Un órgano judicial como la Audiencia Nacional, sí.
Esa es mi afirmación, lo que creo realmente.
Si de aquí a un tiempo (no mucho, seguramente, tan sólo unos años) se descubre que es así, deberá reconocerse que la Audicencia Nacional es un instrumento partidario, pero sólo de determinados partidos. Que no vela por la justicia, sino solamente por la preservación de la legalidad instituida por esos partidos a los cuales debe obediencia.
La Audiencia Nacional es, en mi opinión, un instrumento al servicio del enfrentamiento social, que habrá conseguido con sus sentencias que miles de militantes nacionalistas radicales vascos que no querían ni apoyaban el terrorismo, ahora lo hagan en mayor medida. Y por ello la Audiencia Nacional debería ser ilegalizada, pasando sus jueces a ser juzgados y, espero, condenados a prisión.
Un poco exagerado, quizás, para los señores defensores de las cuestiones formales y sólo de las formales.
Las organizaciones terroristas o aquellas que apoyen a los terroristas no tienen capacidad para conculcar el Estado de Derecho. Se mueven al margen de él y se enfrentan a él, luego pueden teóricamente vencerle (irrisoria posibilidad, en la práctica), pero no conculcarlo. Un órgano judicial como la Audiencia Nacional, sí.
Esa es mi afirmación, lo que creo realmente.
Si de aquí a un tiempo (no mucho, seguramente, tan sólo unos años) se descubre que es así, deberá reconocerse que la Audicencia Nacional es un instrumento partidario, pero sólo de determinados partidos. Que no vela por la justicia, sino solamente por la preservación de la legalidad instituida por esos partidos a los cuales debe obediencia.
La Audiencia Nacional es, en mi opinión, un instrumento al servicio del enfrentamiento social, que habrá conseguido con sus sentencias que miles de militantes nacionalistas radicales vascos que no querían ni apoyaban el terrorismo, ahora lo hagan en mayor medida. Y por ello la Audiencia Nacional debería ser ilegalizada, pasando sus jueces a ser juzgados y, espero, condenados a prisión.
Un poco exagerado, quizás, para los señores defensores de las cuestiones formales y sólo de las formales.
Comentarios
La Audiencia Nacional se está plegando a lo que los dos partidos mayoritarios quieren. Cambió el PSOE y se colocó al lado del PP en esto y automáticamente la Audiencia Nacional empieza a funcionar de forma contraria a como lo venía haciendo.
Es de lamentar, como siempre, las medidas coercitivas que no nos llevan sino a una invisibilidad del mundo abertzale que hace más difícil el inevitable diálogo que se ha de dar para acabar con el terrorismo. Dejar sin opciones de voto a un diez por ciento del pueblo vasco es una aberración. Aunque nos repugne algunas actitudes de esos partidos, ahora ilegalizados.
Salud y República
Así pues, si el borrado ha sido accidental y JR Frankie desea recuperar su comentario, me lo diga y lo cuelgo.
Un saludo.
Siento las molestias.
Un saludo.
¿Por qué no?
Esta es, pues, la lista oficial de buenos y malos. Hoy se diría de "nominados".
Un saludo.