Mande firmes
Todo el mundo parece coincidir en que la imagen de Carme Chacón embarazada dirigiéndose a un contingente militar y diciendo al oficial que estaba a su frente: "Capitán, mande firmes", es un símbolo potentisimo de la modernidad y de la mayoría de edad de la democracia española.
Siempre he pensado que el refrán que dice "dime de qué presumes y te diré de qué careces" es muy acertado en gran número de ocasiones, y en particular lo pienso de aquéllas (que han sido y son multitud) en que diferentes personas han hecho el panegírico de la democracia española. Por eso estas opiniones lo que me hacen pensar es que quienes las emiten más bien no acaban de tenerlas todas consigo y por eso buscan desesperadamente símbolos y señales donde sea para apuntalar la democracia. Y sólo se apuntala aquello que uno teme ver caer.
No seré yo quien diga que el hecho de que, no ya la ministra de Defensa, sino la mayoría del actual Gobierno, esté formado por mujeres, no es un adelanto respecto a la época en que al sexo femenino le estaba prácticamente vedada la política. Pero también tendré en cuenta que desde esa época hasta ayer han pasado varias cosas en el mundo, en lo que a posicionamiento de las mujeres se refiere. Hubo, por ejemplo, una Margaret Thatcher que invalidó las en mi opinión estúpidas teorías acerca de la bondad y pacifismo innato de una mujer al frente de un gobierno, frente a la belicosidad masculina.
No creo que la política de defensa vaya a cambiar por el hecho de que sea una mujer quien esté al frente del ministerio correspondiente. Si la política que se elabore al respecto es buena, lo será con o sin mujeres; y si es mala, igual.
De momento, la famosa frase repetida más arriba y los gritos de protocolo al finalizar la revista militar no dicen nada distinto de lo que los ministros masculinos anteriores dieron y djeron. ¿De verdad les suena a ustedes muy progre eso de "¡mande firmes!"?
Siempre he pensado que el refrán que dice "dime de qué presumes y te diré de qué careces" es muy acertado en gran número de ocasiones, y en particular lo pienso de aquéllas (que han sido y son multitud) en que diferentes personas han hecho el panegírico de la democracia española. Por eso estas opiniones lo que me hacen pensar es que quienes las emiten más bien no acaban de tenerlas todas consigo y por eso buscan desesperadamente símbolos y señales donde sea para apuntalar la democracia. Y sólo se apuntala aquello que uno teme ver caer.
No seré yo quien diga que el hecho de que, no ya la ministra de Defensa, sino la mayoría del actual Gobierno, esté formado por mujeres, no es un adelanto respecto a la época en que al sexo femenino le estaba prácticamente vedada la política. Pero también tendré en cuenta que desde esa época hasta ayer han pasado varias cosas en el mundo, en lo que a posicionamiento de las mujeres se refiere. Hubo, por ejemplo, una Margaret Thatcher que invalidó las en mi opinión estúpidas teorías acerca de la bondad y pacifismo innato de una mujer al frente de un gobierno, frente a la belicosidad masculina.
No creo que la política de defensa vaya a cambiar por el hecho de que sea una mujer quien esté al frente del ministerio correspondiente. Si la política que se elabore al respecto es buena, lo será con o sin mujeres; y si es mala, igual.
De momento, la famosa frase repetida más arriba y los gritos de protocolo al finalizar la revista militar no dicen nada distinto de lo que los ministros masculinos anteriores dieron y djeron. ¿De verdad les suena a ustedes muy progre eso de "¡mande firmes!"?
Comentarios
Pero, sinceramente, me suenan mejor dichos por la Chacón que no por el Trillo, pa que nos vamos a engañar...
Pero coincido con usted, que más allá de los envoltorios, lo importante son las políticas. Desgraciadamente en eso me parece que no va a haber un cambio sustancial con lo anterior.
Dicho esto, mandar firmes no es progresista ni deja de serlo, es el objetivo lo que marca la diferencia. A mí no me importaría ser ministro de Defensa, aún sin estar embarazado, claro que a lo mejor mis objetivos y los de Carme Chacón no son exactamente los mismos.
Cada cual hace su definición. Yo he pedido a los lectoes que hagan la suya, unos dirán una cosa, otros, otra. Usted mismo.
Doña Maripuchi:
No soporto dejar chof a nadie, por eso le diré que a mí también me suena mejor, menos marcial, menos... carca. Pero un "¡mande firmes!" es lo que es, dígalo Agamenon o su porquero.
Don Javierm:
Coincido en lo histórico de la foto, sólo que creo que se sacan más conclusiones de las que es lícito sacar.
Don Javier:
Le recomiendo que si entra en sus planes a corto o medio plazo la formación de un ejército popular revolucionario, se vaya cuidando muy mucho de dar cuartos al pregonero al respecto, porque estoy convencido de que mis compañeros del CNI escrutan atentamente estas páginas.