...Y van seis

Hace pocos días, Karl Rove, el áulico consejero de Georges W. Bush, dimitió de su encumbradísimo cargo con una bien débil excusa doméstica y reconoció implícitamente que deja tras de sí suficientes motivos para que sus opositores le busquen las cosquillas. Muy poco después, el portavoz de Bush, el periodista Tony Snow, anunció también su dimisión (aunque aquí parece que puede haber causas más sólidas: la pasta y un cáncer muy jorobado en tratamiento). Hace bastante más tiempo, de manera escalonada, habían abandonado al texano otros tres miembros de su Gobierno.

Y ahora le toca el turno al más próximo personalmente a Bush. Alberto Gonzales, el super fachoso Fiscal General (asimilable a ministro de Justicia, ¡qué sarcasmo!) ha anunciado su salida del Gobierno para mediados de septiembre. ¿Motivos? No se sabe. O sí se sabe, porque el tipo ha mangoneado en la Justitica norteamericana tan a su antojo y tan a conveniencia de las políticas de Bush en todos los órdenes, que son muchos los que le andan detrás, pisándole los talones.

Es probable que la próxima campaña electoral estadounidense se convierta en un escaparate de todo lo que una administración corrupta, sangrienta e incapaz puede llegar a hacer para auparse dos legislaturas seguidas al frente del país más poderoso de la Tierra. Igual el Partido Demócrata toma notas de todo ello, por si le viene bien en su turno...