Alquiler con derecho a ruina

Lean, lean cómo todo un relator de la ONU se ve obligado a recomendar encarecidamente al Gobierno español que intervenga más en el mercado. Parece que el hombre piensa que dedicar el 40% del salario medio al pago de la vivienda es un pelín excesivo. ¡Qué poco sabe este hombre de las verdades del barquero que predica el liberalismo sanote por estos y otros pagos! ¿Pues no se siguen comprando pisos a esos precios? Si el precio lo determina el mercado y se siguen comprando pisos, es que los precios son adecuados. Ya lo dijo Solbes, que se guía por tan sanos principios.

El problema es que los pisos no se compran, sino que se echan a la espalda en la línea de salida de la carrera, como si fuera un saco pesado, y unos pocos kilómetros más allá ya agobia mucho. Y los que pueden arrastrarlo un poco más descubren que el final de sus fuerzas llega sólo un poco después que a los otros. Y sólo quedan al final aquellos que contaban con carrito para llevar la mercancía sin romperse la espalda por el peso. Cuando caen aplastados por el saco, descubren amargamente que no era cierto, que el piso no lo habían comprado, puesto que se lo quitan o se ven obligados a venderlo y a quedarse sólo con un beneficio (antes seguro, ahora más incierto).

Los pisos es España no se compran. Se alquilan con derecho a ruina.