La Feria de los Santos
Me recuerda a mi niñez, a esas ferias de las que tan pocas había en el año, gracias a lo cual las disfrutábamos embelesados por el tiovivo, la música ratonera y el olor a churros recién hechos. A los lados de la calle que conducía a la más cercana a mi casa, se daba cita un rosario de puestos variados que lo mismo te vendían gorros de legionario o de torero, que chufas y almendras garrapiñadas.
Así, como en mi recuerdo, creo ver los escapularios y las estampitas colgados de una cuerda en los puestos que nos están colocando de sobaquillo en la calle. Y reliquias, trocitos de piel y de uñas de Karol Wojtila se amontonan en el mostrador del puesto y se ofrecen en cucuruchos junto con cabellos sueltos y en mechones (más baratos, ya se sabe, es la economía de escala...).
Es la Feria de los Santos, una celebración que cada cierto tiempo la Iglesia católica realiza ante los ojos atónitos del común de los mortales. Ahora le toca al que fue Papa polaco. Y para hacerle santo hay que demostrar que hizo milagros. Pero nada hay más fácil si se está dispuesto a ello.
Lean esto.
Sin comentarios.
Así, como en mi recuerdo, creo ver los escapularios y las estampitas colgados de una cuerda en los puestos que nos están colocando de sobaquillo en la calle. Y reliquias, trocitos de piel y de uñas de Karol Wojtila se amontonan en el mostrador del puesto y se ofrecen en cucuruchos junto con cabellos sueltos y en mechones (más baratos, ya se sabe, es la economía de escala...).
Es la Feria de los Santos, una celebración que cada cierto tiempo la Iglesia católica realiza ante los ojos atónitos del común de los mortales. Ahora le toca al que fue Papa polaco. Y para hacerle santo hay que demostrar que hizo milagros. Pero nada hay más fácil si se está dispuesto a ello.
Lean esto.
Sin comentarios.
Comentarios
En fin, Ud. sabrá, pero que no diga que no se lo advertí, se encontrará Ud. con gente de mal vivir en el infierno, gente como yo.
Salud y República.
Besos desde alli.
Vamos, hombre!