Pagar por tener cine español

Saca a colación Curro en su blog lo del cine español. Yo creo que buena parte del problema es identificar qué consideramos una solución y qué no. O dicho de otra forma, qué situación considera uno que ya no es problemática para, en función de ello, saber cuándo hemos solucionado el problema.

El cine es cultura y lo es no sólo en el sentido de arte que fomente y nos permita avanzar en nuestro desarrollo humano, en comprender mejor las cosas ya existentes y estar más preparados para otras cosas futuras. También es cultura en el sentido de que es comprendido en función del sustrato cultural que tiene la gente que lo ve.

Así, durante el periodo inmediatamente anterior al fin del franquismo (o sea, los años sesenta), el sustrato cultural medio que se creó obedecía al cliché de pueblo pagado de sí mismo, orgulloso de sus errores, que empezaba a tener un poco de dinero y vivía en la euforia del desarrollo. El cine que mayoritariamente se hizo en aquella época respondía muy exactamente a ese cliché (los Landa y Sacristán de sus principios, el Lopez-Vázquez que ya tenía a sus espaldas otras cosas algo mejores...). En consecuencia, el cine español de entonces era bastante patata, pero se vendía bastante bien en España.

Hoy en día, el cine español tien un afán cultural (yo diría que a veces es más bien "culturalista") que no se corresponde con el sustrato cultural medio de los españoles. Consecuencia: no se vende. ¿Quiero decir con ello que hay que hacer horteradas y pijadas para vender cine? No. Lo que quiero decir es que, siendo el cine un producto cada vez más industrial y menos artístico, mientras no se cuente con una infraestructura industrial adecuada, hay que poner los objetivos de rentabilidad comercial en unos puntos más bajos que si la situación industrial fuera otra.

Una posible solución a ésto habría sido la apuesta por un cine europeo más integrado, pero faltan mucha décadas para que se produzca una suficiente homogeneización del sustrato cultural europeo. La suficiente para que se pueda coordinar una infraestructura industrial cinemetográfica al servico de todos los países de Europa sin que ello suponga la inmediata predominancia de un país u otro en todos los aspectos.

Mientras tanto, vuelvo a decir, hay que poner el listón de la rentabilidad más bajo y seguir buscando fórmulas para cubrir los deficit insoslayables. Porque esos deficit se van a producir, y no tiene que resultarnos un drama que así sea. Son, simplemente, la consecuencia de esa falta de industria. Si pensamos que debemos seguir pocurando que haya cine español (¡por supuesto que debe ser así!), debemos de abadonar el eterno debate sobre lo adecuado de que sea a base de subvenciones. No puede ser de otra forma.

Sólo aquellos que apuestan únicamente por el cine como producto industrial que deje beneficios, se indignan ante las subvenciones porque consideran que sólo sirven para facilitar la aparición de productitos que les restan posibilidades comerciales a los productos "serios" que ellos fabrican.

Otra cuestión es la que Curro toca en su post, recogida del periódico Diagonal. La cuestión de la situación de los trabajadores del cine. Me parece obvio que son un colectivo con unas condiciones de trabajo absolutamente irregulares en un sector con características también absolutamente irregulares. Por tanto, la solución deberá ser absolutamente irregular. Hay que introducir una especificidad restringida a este sector (y luego se verá si hay otros sectores que puedan participar de ella) que permita fórmulas de financiación de las condiciones laborales regulares de sus trabajadores.

Cuando sea presidente del Gobierno daré más detalles.