¿Qué saben ellos que no sabemos nosotros?

Bueno, pues aquí estamos, en plena época de nacionalizaciones bancarias, cuando todos los políticos que saben de qué están hablando, los ubicados en todo el meollo del pragmatismo benevolente, nos aseguraban, tan sólo hace unos días como quien dice, que la modernidad en la que nos habíamos instalado definitivamente no admitía cosas tan de otro tiempo como eso de nacionalizar nada, y menos los bancos.

Y sin embargo, lo que hace el gobierno británico no es otra cosa que nacionalizar, siquiera sea parcialmente, pues destina una muy importante suma (unos 60.000 millones de euros) a comprar acciones de entidades bancarias británicas, ayer en plena caída libre de hasta un cuarenta por ciento de su valor en bolsa.

Y uno se pregunta: si resulta posible volver a las nacionalizaciones bajo el criterio del famoso refrán de a grandes males, grandes remedios, ¿no será también posible plantearse la vuelta a otros criterios de épocas similares a las de las grandes nacionalizaciones? Porque en aquellas otras épocas las nacionalizaciones implicaban políticas de enfrentamiento al gran capital, con todos los problemas que eso lleva consigo, pero el riesgo se asumía a cambio de grandes ganancias para la salud económica inmediata del país nacionalizador. Ahora, sin embargo, se dan medidas nacionalizadoras en la práctica, pero sin que parezca que, a cambio, se quieran obtener las mismas ventajas. ¿Por qué? ¿Qué hará el gobierno británico con las acciones que compre de una entidad bancaria en estos momentos de crisis, una vez que ésta haya pasado? Porque si un gobierno decide comprar acciones de una empresa privada (se trate o no de una compra formal, los formalismos no vienen al caso), el resultado es que todos los ciudadanos de ese país tienen una pequeña parte del paquete accionarial adquirido

Y otra pregunta que me viene rondando la cabeza: ¿por qué hay que poner dinero en circulación a disposición de los bancos, cuando el problema de no obtenerlo por otros medios radica en que no se fían los unos de los otros? ¿Qué saben ellos que no nos dejan saber a nosotros?